¿QUÉ VIENE?
Por: SEAN OSMIN HAMUD RUIZ
Criticar las expresiones estéticas y del arte es muy complicado, pues la percepción que nos define un gusto es totalmente subjetiva.
El mural recién estrenado en la fachada de la antigua central camionera me gustó y mucho. Pero precisamente esto es lo menos importante, también me gusta mucho la Figura Obscena y ahí se puede generar aún mayor polémica.
Muy de acuerdo estoy en que tratar asuntos de conservación con el INAH es harto complicado. Y lo digo por experiencia personal y profesional, he padecido la intervención de este organismo en mi vida cotidiana y sí, es una monserga.
Sin embargo, conozco muchos casos además de los propios, que se han enfrentado a este trance y lo que ha sucedido es que hemos tenido que adaptarnos. En ocasiones, argumentas con razón y se puede llegar a un punto medio respecto a la estricta norma y su aplicación, pero siempre he sido testigo del sometimiento de los involucrados a la ley.
La inquietud ahora es, qué motivó al edil municipal de Colima a simple y llanamente desentenderse de los reglamentos que, siendo autoridad, debería ser el más comprometido a respetar, supongo que por convicción y lo menos, por dar ejemplo.
Podría ser el caso de que partiera de un desconocimiento. Puede ser, saberlo todo no es obligación de nadie. En algunas notas periodísticas se destaca que el mismo munícipe declaró que no quiso esperar la resolución del instituto, falta de paciencia pues.
Pero la nota de color (valga la expresión más allá del mural mismo), la da cuando manifiesta que “sobre su cadáver” se dará un brochazo para cubrir la obra que mandó hacer. Y aquí ya de plano se pierde el hilo. Guardando las proporciones metafóricas o figurativas de la expresión, lo que si deja ver es que está dispuesto a contender por conservar la misma.
Que valgan el arrojo y el empeño por defender lo propio, pero ¿por encima de la ley? ¿desacatando la norma? ¿desestimando a las instituciones?
Esperemos que todo esto no sea resultado de un “contagio” de T4, ese lugar donde lo que se considera justo está por encima de la ley, ahí donde el verdadero peligro radica en definir precisamente qué es lo justo.
Esta enfermedad es grave y afecta todo el entorno del infectado. Cuidado.