Estados Unidos.- En vísperas del Día Mundial de la Diabetes, que tiene lugar el sábado 14 de noviembre, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) instó a mejorar el control de la diabetes para prevenir complicaciones relacionadas con ella, así como las complicaciones potencialmente mortales asociadas al COVID-19.
La Directora de la OPS, Carissa F. Etienne, señaló que están doblemente preocupados por el riesgo que significa la diabetes para quienes viven con la enfermedad en general y durante la pandemia en particular.
“Las personas que sufren diabetes, y que no tienen acceso a los servicios de salud ni a los medicamentos que permiten un control adecuado, tienen mayor riesgo de desarrollar problemas visuales, enfermedad renal y amputaciones de las extremidades inferiores, pero ahora también están en mayor riesgo de enfermar gravemente si contraen la COVID-19”.
La OPS hizo un llamado para que las personas con diabetes sigan teniendo acceso a los servicios de atención primaria de la salud y al tratamiento en medio de la pandemia por COVID-19.
En América, más de 60 millones de personas viven con diabetes, principalmente la de tipo 2, y si no se toman medidas, se estima que para 2040 habrá más de 100 millones de adultos con esta enfermedad.
Además, cada año, más de 340 mil personas mueren por complicaciones relacionadas con la diabetes en la región. Por su parte, la COVID-19 ya ha infectado a más de 21 millones de personas en las Américas y los casos siguen en aumento.
Pandemia por COVID-19 y diabetes
La pandemia por COVID-19 ha interrumpido las rutinas diarias de millones de personas en la región y ha hecho que la enfermedad sea más difícil de manejar. Menos personas han acudido a los centros de salud para hacer visitas de seguimiento debido a las medidas de permanencia en el hogar, el temor a la infección por el nuevo coronavirus y las interrupciones en los servicios salud.
En una encuesta reciente de la OPS/OMS se documentó que más de la mitad de los países de las Américas informaron que los servicios de manejo de la diabetes y las complicaciones diabéticas se habían interrumpido durante la pandemia, con un acceso limitado a los medicamentos y tecnologías esenciales.
“Muchas personas pueden no estar recibiendo su medicación para la diabetes o pueden no estar accediendo a la atención que necesitan para controlar su enfermedad, algo que es muy preocupante, dado que quienes viven con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar formas graves de COVID-19”, sostuvo Anselm Hennis, director del Departamento de Enfermedad No Transmisibles y Salud Mental de la OPS.
La OPS instó a los países a asegurarse de que la atención de la diabetes esté totalmente disponible para los pacientes durante la pandemia.
Esto puede significar ofrecer atención fuera de los entornos tradicionales o divulgar información y acercar cuidados a la población a través de trabajadores de salud comunitarios. La insulina debe, además, seguir siendo accesible y asequible para quienes la necesitan.
La organización también pidió a los profesionales de la salud asegurarse de que los diabéticos comprendan su riesgo y tengan acceso a información y herramientas para controlar su enfermedad.
Y llamó a quienes viven con diabetes a seguir con el control de su enfermedad manteniéndose activos, comiendo saludablemente y monitoreando su condición, en especial durante la pandemia.
“Mientras que muchos pueden tener miedo de visitar una clínica, ahora no es el momento de saltarse las revisiones de la diabetes”, advirtió la Directora de la OPS.
Frenar el avance de la diabetes
El sobrepeso y la obesidad, que afectan a más del 60 por ciento de los adultos de la región, están fuertemente vinculadas con la diabetes, una enfermedad crónica progresiva que se caracteriza por niveles elevados de glucosa en la sangre. La diabetes tipo 2 – que representa la mayoría de los casos mundiales y se debe en gran medida a un peso corporal excesivo, una dieta malsana y a la inactividad física- está aumentando en todo el mundo. Desde 1980, se ha triplicado el número de personas con diabetes tipo 2 en la región.
Las complicaciones por la diabetes pueden prevenirse mejorando el tratamiento y la calidad de la atención. La diabetes puede prevenirse mediante políticas de salud y fiscales, legislación, cambios en el medio ambiente y la sensibilización del público para evitar los factores de riesgo, entre ellos la obesidad, la dieta poco saludable y los estilos de vida sedentarios.
Ejemplos de estas intervenciones incluyen impuestos a las bebidas azucaradas; prohibiciones a la publicidad de alimentos ultraprocesados para niños; el etiquetado de los alimentos en el frente del paquete para informar a los consumidores sobre el alto contenido de sal, azúcar y grasa; y la promoción de espacios recreativos seguros y accesibles para fomentar la vida activa. Una dieta saludable y 30 minutos de actividad física moderada todos los días pueden reducir el riesgo de que los niños y adolescentes tengan sobrepeso.
Como parte del Plan de Acción Global para la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles, la OPS apoya a los países de la región en estos esfuerzos por reducir las complicaciones relacionadas con la diabetes y la mortalidad prematura.
La OPS también ayuda a los países a adquirir medicamentos para tratar la diabetes a precios asequibles, reduciendo los costos asociados al tratamiento de esta enfermedad crónica. BP