Estados Unidos.- En el Día Internacional de las Personas de Edad, hoy 1 de octubre, António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas alertó del impacto desproporcionado de la pandemia del coronavirus en las personas de edad en su salud, derechos y bienestar.
António Guterres dijo en su mensaje que este tema debe ser una prioridad en las estrategias de recuperación de la crisis actual.
Agregó que este año la jornada tendría que dedicarse a examinar los cambios que la pandemia podría propiciar en la forma en que abordamos la edad y el envejecimiento en nuestras sociedades.
“Será fundamental ampliar las oportunidades para las personas de edad e incrementar su acceso a la salud, las pensiones y la protección social”.
El líder de la ONU afirmó que las personas de edad constituyen una base sólida para el desarrollo sostenible de las sociedades.
“Ahora más que nunca, debemos escuchar sus voces, sugerencias e ideas para construir sociedades más inclusivas”, recalcó, llamando a tomar en cuenta sus necesidades.
Exacerbación de las desigualdades
Claudia Mahler, experta de la ONU en los derechos humanos de las personas mayores también se manifestó en cuanto al efecto devastador de la pandemia en ese grupo de población diciendo que “ha aumentado las violaciones ya existentes” en sus garantías fundamentales.
“Se han exacerbado las desigualdades que sufren las personas de edad en cuanto al acceso a los servicios de salud, el empleo y los medios de subsistencia”.
Advirtió que si bien la emergencia sanitaria ha llamado la atención sobre ellas, estas personas son por lo general invisibles puesto que en la mayoría de los países no hay información sobre sus condiciones de vida o bien los datos están fragmentados.
Mahler, indicó además, que muchas naciones carecen de una legislación nacional que proteja los derechos de las personas mayores y prevenga la discriminación por edad, la exclusión, la marginación, la violencia y el abuso contra ellas.
“Es imperativo arrojar luz sobre las formas estructurales y sistemáticas en las que se deja atrás a las personas mayores. Los datos son un requisito previo para la formulación de políticas públicas informadas y exitosas, así como para la acción normativa para cerrar las brechas existentes”.
La experta llamó a tener en mente la diversidad de las personas mayores y a evitar que el envejecimiento sea más que una etapa inevitable de déficit y declive.
“Las personas mayores desempeñan funciones múltiples en la sociedad, son cuidadores, voluntarios y líderes comunitarios. Su contribución de las personas a la respuesta a la crisis, incluso como trabajadores sanitarios y cuidadores, debe reconocerse; sin embargo, a menudo se pasa por alto”. BP