Fuentes médicas dijeron que la cifra de muertos se elevó a 13 desde el viernes, cuando comenzaron los enfrentamientos. Cientos de personas resultaron heridas y fueron detenidas.
Durante la noche, agentes de policía y soldados usando bastones y granadas de gas hicieron que los manifestantes se retiraran de la Plaza Tahrir de El Cairo, centro del levantamiento que derrocó a Hosni Mubarak.
Cientos de personas ya habían vuelto a la plaza en la mañana después de que las fueras de seguridad se replegaran detrás de barricadas en las calles que llevan al Parlamento y el Ministerio del Interior.
Un general del Ejército dijo en una conferencia de prensa que «fuerzas del mal» quieren sembrar el caos y defendió a los soldados que mostraron «moderación» pese a las provocaciones de aquellos que intentaron quemar edificios y generar discordia entre los militares y el pueblo.
Soldados en ropa de combate fueron filmados golpeando a los manifestantes con sus bastones incluso cuando éstos estaban caídos. Una fotografía de Reuters mostró a dos policías arrastrando a una mujer en la calle tomándola de su blusa, lo que dejaba ver su ropa interior.
La violencia estalló después de la segunda parte de la elección de seis semanas para la formación del nuevo Parlamento egipcio. El Ejército prometió entregar el poder el julio a un presidente electo.
La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, dijo estar «muy preocupada» por la violencia y urgió a las fuerzas de seguridad a «respetar y proteger los derechos universales de todos los egipcios».
También le pidió a los manifestantes que se abstuvieran de participar en hechos violencia.
«FUERZAS DEL MAL»
Una fuente del Ejército dijo que 164 personas fueron detenidas. En tanto, una fuente de seguridad dijo que un hombre de 26 años murió cuando estaba en custodia, pero la causa del fallecimiento no estaba clara.
La agencia de noticias MENA señaló que el fiscal general detuvo a 123 personas acusadas de resistirse a la autoridad, lanzar piedras al Ejército y la policía e incendiar edificios gubernamentales. El fiscal liberó a otras 53 personas.
«Desde el inicio de la revolución, las fuerzas del mal han querido llevar a Egipto al caos, colocar al Ejército en confrontación con el pueblo», dijo el general Adel Emara, agregando que aquellos que protegen los edificios estatales tienen el derecho a actuar en defensa propia.
«Lo que está ocurriendo no refleja a la revolución y a su juventud pura, que nunca quiso derribar esta nación», afirmó, añadiendo que las tropas se enfrentaron con personas que llevaban cuchillos, bombas molotov y otro tipo de armas.
Muchos egipcios quieren enfocarse en construir instituciones democráticas, no en activismo callejero, pero se vieron sorprendidos por las tácticas de las fuerzas de seguridad en la Plaza Tahrir y sus alrededores.
Los manifestantes dijeron que capturaron a cuatro soldados que habían sido parte de la fuerza de ataque en las primeras horas del lunes.
«Rápidamente metimos a los cuatro en vehículos y los sacamos de la plaza, de lo contrario hubieran sido golpeados por airados manifestantes que experimentaron los atroces ataques del Ejército», dijo Sayyid Abu Ella, hablando por teléfono desde Tahrir.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, «está altamente alarmado por el uso excesivo de la fuerza empleado por las fuerzas de seguridad contra los manifestantes y llama a las autoridades de transición a actuar con moderación y respetar los derechos humanos, incluyendo el derecho a la protesta pacífica», dijo su oficina en un comunicado.
La violencia opacó un proceso electoral que dará a los islamistas el bloque más amplio en el Parlamento.
Con información de Reuters