“En la Universidad de Colima reconocemos la importancia del desarrollo del arte y la cultura como uno de los mejores medios para formar ciudadanos críticos, mejor informados, y que además puedan contribuir a que tengamos una sociedad más plural, incluyente, tolerante, socialmente responsable y abierta a la diversidad”.
Esto lo dijo la delegada del campus Colima, Priscilia Juliana Álvarez Gutiérrez, al presidir la ceremonia de entrega de certificados de los egresados como técnicos en Arte con especialidad en Música, de la generación 2015-2018 del Instituto Universitario de Bellas Artes de la UdeC (IUBA).
Ella comentó que el IUBA, a través de los años, “ha permitido que los estudiantes se formen no solamente al interior sino en escenarios nacionales e internacionales de alta competitividad, como por ejemplo: el Festival Internacional de Música, en Schlern, Italia; la Academia Internacional de Música en Tequila, Jalisco y el Festival Internacional “Tlaxcala Canta”, entre otros, además de los conciertos académicos y su participación en el Festival Internacional del Volcán en esta ciudad.
Por su parte, el director del IUBA, Juan Diego Gaytán Rodríguez, dijo que las escuelas de Artes son necesarias “y más en estos tiempos, por la situación social que se vive en el país, pues se convierten en una alternativa para incorporar jóvenes a los estudios y que se puedan enfocar en disciplinas que tienen un aporte social significativo”.
Añadió que el IUBA es de las pocas escuelas que creen en la formación integral y articulada: “En el occidente, somos la única escuela que tiene un área infantil, porque para nosotros es fundamental e importante que inicien de manera temprana, ya que las artes obligan a que la formación sea así; no es como cualquier carrera”, enfatizó.
En nombre de sus compañeros habló la estudiante Ángela Rodríguez Castañeda: “Si yo quiero sobresalir, necesitaré esforzarme al máximo, y así quizás encuentre algo un poco diferente que no sólo me agrade a mí. Así funciona el mundo de ahora”, comentó.
Ángela Rodríguez comentó que tienen sueños y que “esos sueños, para algunos pronto comenzaron a quebrarse, alterarse, minimizarse, al punto de abandonar los estudios, pues de los 27 que comenzaron sólo acabaron siete”.
“Es nuestro momento de crear, de ser, de utilizar aquellas herramientas que nuestros maestros nos han dado; es hora de responder las preguntas y de no dudar. Es tiempo de conocernos. Estoy segura de que en algún momento no seremos 27 ni siete, seremos uno”, finalizó.