El papa Francisco acudió hoy a uno de los confesionarios de la Basílica de San Pedro del Vaticano para confesarse de rodillas durante el Rito de la Reconciliación que ha oficiado en el templo, previo al cuarto domingo de Cuaresma.
El papa argentino descendió del altar de la Basílica, bajo el baldaquino barroco, y, tras quitarse la capa pluvial morada, símbolo de preparación cuaresmal, acudió a uno de los confesionarios de la nave central, ante el que se arrodilló.
El gesto del pontífice se produjo antes de proceder a escuchar a algunos fieles en confesión.