¿QUÉ VIENE?
Por: Sean Osmin HAMUD RUIZ
A finales del año pasado, cerca a los días de navidad, hice una pausa en estas entregas semanales, que hoy retomo. Ofreciendo una disculpa a quienes me hacen el gran favor de reproducir mis letras y también a quienes me leen, agradeciendo el gran honor que me hacen con ello, me permito escribir lo siguiente.
Ni duda cabe que la vacuna para prevenir la enfermedad del COVID-19 es un tema de los más resonantes, de los que más preocupan.
El domingo por la mañana nos fue informado sobre la confirmación de lo anunciado por el presidente en días pasados, llegaron más de 850 mil dosis de la vacuna de Pfizer. Noticia que no deja de ser buena, pero que por las cifras, sigue siendo causa de incertidumbre.
Por otro lado, el mismo presidente por ahí del 22 de enero, dijo que la nación tiene adquiridas las dosis suficientes para vacunar a 120 millones de mexicanos.
Al 12 de febrero, un poco más de 720 mil personas en el país se registraban como inmunizadas y 5 reactivos ya contaban con la autorización de emergencia por parte de la COFEPRIS.
Analizando la numeralia anterior, tomando en cuenta la premura por conseguir la protección generalizada de la población, evidentemente para contener la crisis sanitaria y la crisis económica, no deja de llamar la atención otra noticia más que el vocero del estado, Andrés Manuel López Obrador, nos regala a los oídos.
Conacyt trabaja en el desarrollo de una vacuna efectiva frente al SARS-COV2 y si se consigue, se llamará PATRIA.
Por supuesto que es importante que se genere conocimiento en el país y claro está que la investigación y desarrollo son fundamentales en el desarrollo de la ciencia, pero, insisto, en las condiciones actuales, no sería mejor coadyuvar con alguno de los otros laboratorios que traen un mayor avance, o bien trabajar en conjunto para conseguir super congeladores más eficientes, o de plano, asistir a la secretaría de salud en el diseño de un mejor plan de vacunación… vamos, enfocar los esfuerzos donde rindan de inmediato. Pero seguramente esto no suena tan demagogamente atractivo como “hacer patria”
Estoy de vuelta, muchas gracias.