Cuatro semanas de aislamiento total deberá cumplir Anders Behring Breivik, que admitió ser el autor de la masacre que dejó 93 muertos en Noruega el viernes y que aludió a otras dos células en su organización, salió hoy del tribunal de Oslo tras su primera comparecencia ante un juez, Kim Heger, con miras a su puesta en detención provisional, anunció hoy un responsable del tribunal.
«La audiencia ha terminado, la sala está vacía», declaró un responsable de la seguridad del tribunal. El juez Kim Heger debe pronunciarse ahora sobre la detención provisional de Behring Breivik.
Las imágenes de la cadena TV2 mostraron un cortejo de vehículos de la policía, incluyendo dos coches blindados negros que partían del tribunal con las sirenas encendidas.
Allí pudo verse brevemente a un hombre de pelo corto y vestido de rojo que parecía ser el sospechoso. La policía solicitó la detención provisional del sospechoso por un primer periodo renovable de ocho semanas, el doble de lo habitual. Según la agencia NTB, Anders Behring Breivik llegó al tribunal por una puerta lateral.
Algunas personas que se encontraban cerca se aproximaron al vehículo gritando «traidor» y «canalla asesino», precisó esta agencia. El abogado del sospechoso, Geir Lippestad, entró por la puerta principal, abriéndose paso con grandes dificultades entre los numerosos periodistas que se encontraban allí.
La audiencia, que duró unos 40 minutos, se celebró a puertas cerradas conforme al deseo de la policía. «Hay informaciones concretas que indican que una audiencia pública, en presencia del sospechosos, puede desencadenar una situación extraordinaria y extremadamente delicada con respecto a la investigación y a la seguridad», explicó el juez Kim Heger para explicar su decisión.
El domingo en la noche, el abogado de Behring Breivik había dejado entender que su cliente deseaba un máximo de publicidad para su primera aparición ante un juez. «Tiene dos deseos: el primero es que la audiencia sea pública y el segundo es que pueda estar vestido de uniforme», había declarado el abogado, Geir Lippestad, a la televisión NRK, diciendo no saber «de qué uniforme se trata».
«Quiere explicar lo que ha hecho. Quiere hacerlo públicamente», había agregado.
Actualmente, Anders Behring Breivik tiene el estatuto de sospechoso y, según el sisteme judicial noruego, sólo podrá ser inculpado al término de la investigación policial. La pena máxima prevista por el código penal noruego es de 21 años de cárcel.
Con información de AFP
