¿QUÉ VIENE?
Sean OSMIN HAMUD RUIZ
Cuando reina la confusión, hay que regresar a lo básico. Cuando pensamos, sencillamente hay que remitirnos al lenguaje y entonces tenemos que voltear los ojos a la definición de las palabras. Su significado nos da pie al razonamiento.
Y entonces, para no dudar, vayamos al diccionario, al de la real academia, para tener una base generalmente aceptada.
Así pues, veamos.
Fascismo:
Actitud autoritaria y antidemocrática.
Se imponen funcionarios a modo, se direccionan los votos, se manipulan los resultados hasta de los ejercicios más simples de consulta.
Populismo:
Tendencia política que pretende atraerse a las clases populares.
En el discurso y en algunas acciones de índole cosmético, se privilegia pretendidamente a la clase menos privilegiada. Las mayorías numéricas son el foco de la atención y maniqueamente se hace creer que el poder de decisión se deposita en la voluntad popular.
Sectarismo:
Fanatismo e intransigencia en la defensa de una idea o una ideología.
No hay mejor razón que la propia, inclusive se justifica la visión con argumentos místicos o religiosos que se necesitan esgrimir para justificar el porqué de la idea.
Segregacionismo:
Acción de separar y marginar a una persona o a un grupo de personas por motivos sociales, políticos o culturales.
La condición económica, la preparación académica, el linaje de sangre, son características suficientes para dividir entre aquellos que tienen que ser sujetos de algún privilegio y los que no. La visión de equidad o igualdad no aplica. Los derechos humanos pasan por el tamiz que define qué grupo es más o mejor humano que el otro.
¿Por qué vale la pena releer estos conceptos? Pues porque hoy en nuestro país estamos cuidando y manteniendo a un político que ha fundamentado su historia pública en estas líneas y creo que vale muchísimo la pena que no lo perdamos de vista. Un día sí y el otro también, estando atento a los medios de comunicación, hay cuenta de ello.
Si se ha perdido la oportunidad de enterarse, se le puede dar una repasada a los mensajes que ha emitido. Basta buscar en Spotify todas las “mañaneras” del presidente López Obrador.