Por: Héctor Romero Fierro
Pésimo manejo de la crisis sanitaria, donde queda claramente demostrada, una indebida manipulación de cifras, solo justificable para tratar de ocultar la tardía reacción de medidas efectivas ante la llegada del virus a nuestro país, sector al que se le deberían estar destinando todos los recursos para la atención y cuidado de la población.
Pero hay un virus peor, se llama Manuel Andrés López Obrador, MALO, que acaba con la economía del país, implementando equivocadas recetas ante la grave problemática económica que ya existía en el país, pero que indudablemente fue agravada por el cierre derivado de la cuarentena, y que tiene al borde de la quiebra a empresas de todos los tamaños, conduciendo a la peor crisis de la historia moderna.
El Presidente solo ve para él y su proyecto político, olvidando que México tiene todos los elementos para la tempestad perfecta, insisto, una crisis de salud mal manejada y crisis económica, que agrava la crisis de seguridad pública, donde las cifras de homicidios son ya espeluznantes, y una igual de complicada, la social, agravada para muchos por la pérdida de su empleo, o seres queridos y aderezada con los conflictos conyugales o soledad que provoca el encierro prolongado.
Cuando en todo el mundo los países han tomado medidas para apoyar a su población, en México vimos a un Presidente tratando de disponer de recursos excedentes del Banco de México, situación que aplaudiríamos si fuera a destinarlos a la compra de equipos médicos y medicamentos, pero resulta que no era así, era para asegurar la continuación de sus proyectos, que, en este momento, solo son prioritarios para él. Al no lograrlo, emite un llamado Decreto, así motivado: “… ante la crisis mundial del modelo neoliberal, que sin duda nos afecta, propongo la aplicación urgente y categórica de las siguientes medidas:”, entonces ya no existe crisis de salud, ni económica, es una “crisis” externa, innominada, causada por “los neoliberales”.
Dicho Decreto, obviamente de la autoría de MALO, donde se nota que fue excluida de su confección tanto la Consejería Jurídica de la Presidencia, como la Secretaría de Gobernación, quienes le hubieran indicado a López que no se exhibiera en una forma tan lastimosa.
Dicho “decreto”, desconoce los derechos laborales de los funcionarios públicos de los ahí llamados “altos funcionarios” al proponer que “de forma voluntaria, se: ..reducirá el salario de los altos funcionarios públicos hasta en un 25% de manera progresiva¨…” Es decir, El que obtenga más ingresos aportará más y será menos el descuento para los niveles inferiores”… “De la misma forma, los altos funcionarios no tendrán aguinaldos ni ninguna otra prestación de fin de año”, además crea una nueva definición del derecho laboral, la de “altos funcionarios” debiéndose entender por estos, aquellos comprendidos entre los cargos de subdirector hasta el propio Presidente, por lo que el resto, son sin duda alguna “bajos funcionarios”.
Usted cree amigo lector que esa reducción de salario será voluntaria, claro que no. Esta disposición es, insisto, completamente ilegal e inconstitucional, al ser el salario y el aguinaldo un derecho irrenunciable definido claramente tanto en la Constitución como en la Ley Federal del Trabajo, ley que por cierto goza de jerarquía constitucional, y en el caso de los servidores públicos la propia carta magna establece que el salario y prestaciones de este nuevo género de funcionarios se consideran como “una remuneración adecuada e irrenunciable por el desempeño de su función” (…) Los salarios ”serán fijados en los presupuestos respectivos sin que su cuantía pueda ser disminuida durante la vigencia de estos…” Así de claro, un peje-decreto no puede estar por encima de disposiciones de jerarquía constitucional. Al amparo sin duda.
Señala también que no será despedido ningún trabajador, y otro punto preocupante “No se ejercerá el 75% del presupuesto disponible de las partidas de servicios generales”, luego entonces, sí habrá recortes de todo el personal contratado vía pago de honorarios o como “asimilables”.
Dice que se cancelan 10 subsecretarías, sin señalar cuáles serán éstas, pero que se les garantizará el empleo y salario con el mismo rango, estableciendo también el decreto, que permanecerán cerradas la mitad de las oficinas, con excepción de las que atiendan de manera directa al público o aquellas que sean esenciales para el bienestar del pueblo”. Alguien que me explique, cuáles son éstas.
También pretende incumplir con contratos celebrados con el gobierno al señalar: “Esto también incluye a lo supuestamente comprometido” ¿Qué significa, esto en un Decreto? Me acorde de la señora gordita de mi rancho que decían que estaba “supuestamente embarazada”
Pospone acciones y el gasto del gobierno, con excepción de 38 programas que para él son prioritarios y a los que se destinará todo el recurso publico. Adivinó amigo lector, entre estos están: Los programas para Nini´s; Becas para ancianos mayores; Sembrando vida; Tren Maya; Central Avionera General Felipe Ángeles; Refinería de Dos Bocas; Cien “Centro Universitario López Obrador”; Rehabilitación de refinerías, entre otros.
Señala que se crearán (supongo que por decreto) dos millones de empleos. Presupone que por “eficiencia, la honestidad y la austeridad” podrán aumentar el presupuesto para fortalecer el blindaje de sus programas sociales y de sus proyectos prioritarios en 622 mil 556 millones de pesos”.
Solo que olvida el Presidente que quien tiene la facultad de decidir en que se gasta, o reorientar el presupuesto es la Cámara de Diputados. Por lo que su NO-Decreto se va como iniciativa de “estudio prioritario” (sic) al Congreso.
Apenas nos recuperábamos de este bodrio, cuando envía una iniciativa para adicionar la “Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria” con un artículo 21 , tendiente a que se le faculte directamente al Presidente a que en caso de “emergencias económicas” (sic), Hacienda reoriente los recursos asignados en el Presupuesto de Egresos a mantener la ejecución de los proyectos y acciones prioritarios para él, sin definir mañosamente que es “emergencia económica”. Esto es ya, una Dictadura sin equilibrio de Poderes.
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