A partir de este lunes, Alemania iniciará una transición a las energías verdes para dejar de un lado los programas nucleares, suspendidos por la canciller alemana Angela Merkel después del accidente en los reactores nucleares de Fukushima.
Merkel puso en marcha una comisión ética encabezada por Klaus Töpfer, ex director del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, integrada por expertos, políticos, científicos y también representantes de la Iglesia.
«La moratoria (nuclear) es limitada, todos lo sabemos, y el trabajo ahora consiste en marcar el camino para una transición a las energías renovables, de forma rápida y segura», afirmó Merkel, en la apertura de la primera reunión del grupo consultor.
El 14 de marzo, la canciller aprobó la desconexión de siete reactores en Alemania –del total de 17 en funcionamiento en el país—, y una moratoria de tres meses para revisar la prolongación de la vida de las centrales más seguras.
Merkel y su equipo había acordado alargar la vida de las plantas nucleares en noviembre, aplazando el “apagón atómico” pactado en el año 2000 con la industria energética por su antecesor, el socialdemócrata Gerhard Schröder.
En 2000, el equipo de Schröder calculó que la última central nuclear se desconectaría en 2021. Con la nueva decisión de Merkel, ese periodo podría reducirse cuando se conozcan las recomendaciones técnicas y éticas de los expertos en materia energética.
A mediados de mayo se espera que la comisión de ética empiece sus deliberaciones con la comisión técnicas, para que a finales de ese mes tengan listas las recomendaciones.
Actualmente, el 21.7 % del consumo energético en Alemania procede de fuente nucleares, frente al 18 % que suministran las renovables. Algunos expertos creen que una desconexión precipitada de las plantas originaría un apagón energético.
La oposición política, especialmente el Partido Verde, junto a socialdemócratas y el ala izquierda, advierten que el accidente de Fukushima ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de las plantas, incluidas las de los países más desarrollados, por lo que conviene actuar más de prisa inclusive que lo previsto en el plan de Schröder.
Con información de CNN.