Derrumba las ideas falsas sobre tomar terapia y comienza a disfrutar de sus beneficios.
Pese a que existe un mayor número de personas que ya están beneficiándose de ir a psicoterapia, muchas otras echan a volar la imaginación y siguen difundiendo ideas que no podrían estar más alejadas de lo que realmente pasa en un consultorio psicológico.
En esta nota desvelaremos la realidad que vive detrás un puñado de mentiras que se siguen creyendo verdaderas sobre la terapia psicológica. ¿Listo para abrir los ojos?
“¿Ir a terapia? ¡Si no estoy loco!”
Hace tiempo que la creencia de que solo alguien con problemas mentales va a terapia debía quedar en el olvido.
Afortunadamente las personas que acuden a terapia ya sea con una psicóloga presencial o en línea, lo experiementan como parte de su vida cotidiana y con ello, desmitifican la idea de que la psicoterapia se trata de sentarse en una silla a que le conecten aparatos o le pongan una camisa de fuerza.
No hay nada extraño en que un par de individuos interactúen bajo una relación profesional psicólogo – cliente. Al contrario, las sesiones de terapia se basan en hablar y escuchar, nada de otro mundo ¿no te parece?
“El psicólogo me dirá qué hacer”
La terapia no es otra cosa que el acompañamiento profesional de un psicólogo a su paciente. Es a través de estrategias y técnicas de intervención, que el terapeuta en psicología guía a la persona para que alcance ciertos objetivos y supere situaciones difíciles.
En ningún caso el psicólogo le dice a su cliente cómo conducir su vida. En terapia la persona expresa sus sentimientos, creencias y emociones. Y con esa información el psicoterapeuta halla puntos clave para desarrollar con su cliente.
Al tener ubicados los aspectos a trabajar, el psicólogo sirve de guía para que su paciente tome decisiones y vaya en busca de una mejora. Así, cuando la persona satisface su necesidad de orientación, tiene la opción de quedarse en terapia o dejarla por un tiempo.
“Si voy al psicólogo me van a medicar”
Esta creencia viene de la confusión entre la función de un psiquiatra y un psicólogo terapeuta.
Si bien ambos conducen a la persona a tener una mejor calidad de vida, la preparación profesional y académica son distintas, igual que el objetivo de su labor y el perfil de los pacientes que tiene cada uno.
Un psicólogo que da terapia tiene una formación como licenciado en psicología y una especialidad en psicoterapia. Dentro de sus funciones no está la de medicar a los pacientes ya que no trata problemas físicos ni mentales, a diferencia de un psiquiatra.
Entonces, ¿qué es un psiquiatra? Es un profesional que estudió medicina general y al terminar se especializó en psiquiatría. Por ese motivo él sí tiene pacientes con problemas de salud mental y por ende, puede prescribir medicamentos.
De hecho, es la obligación del psicólogo recomendar acudir con un psiquiatra en caso de que la persona lo requiera.
“El psicólogo se reirá de mí si le cuento mi vida”
El psicólogo se conduce con ética y profesionalismo al practicar la terapia. Dentro de los preceptos éticos que sigue, está el de no emitir juicios de valor ni expresar sus opiniones personales, ya que lo que cuenta es su participación estrictamente profesional.
La terapia se desarrolla en un ambiente agradable en una habitación que funciona como un búnker. En este lugar interactúan el psicólogo y su paciente, nadie más.
En este espacio, también llamado consultorio, nada de lo que se expresa entre sus paredes, sale, por tanto, el contenido de las charlas se mantiene seguro y confidencial.
Estos fueron los mitos más frecuentes que escuchamos sobre la terapia psicológica. Como ves, no es nada del otro mundo, ¡el único misterio es cuándo te vas a animar a ir!