JALISCO.- Este jueves 11 de julio fue despedido Enrique Alfaro Anguiano, ex rector de la Universidad de Guadalajara y padre del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez; esto se realizó mediante un homenaje póstumo en el recinto del Paraninfo de la Universidad de Guadalajara.

El catedrático fue acompañado de sus hijos y familiares, desde la agencia funeraria Gayosso de avenida México y Lopez Mateos para tomar la avenida Hidalgo hasta llegar a las instalaciones del Paraninfo.

Alfaro Anguiano, fue rector de la Máxima Casa de Estudios en el periodo de 1983 a 1989, fue recordado con un homenaje por parte de familiares, amigos y colaboradores.

Durante 90 minutos Alfaro Anguiano, tuvo una guardia de honor por parte de la comunidad universitaria, entre ellas del rector Ricardo Villanueva Lomelí, de sus hijos, nietos y familiares cercanos.

El féretro, fue cubierto con una bandera de la Universidad, hasta que fue despedido, para continuar con los servicios religiosos y después darle el último adiós.

En su mensaje Enrique Alfaro Ramírez, dijo que nunca le había costado tanto trabajo hablar en público, pronunciando su discurso con la voz quebrada y los ojos llorosos.

“Esta fue su casa, la Universidad, la Institución que le permitió hacer mucho más de lo que le tocaba en la vida, esta Universidad le dio la oportunidad de ponerse a prueba así mismo y le dio la oportunidad de trascender, no cualquiera, hace un recorrido como el de hoy por avenida Hidalgo, para venir a lo que fue no solo su oficina si no su segunda casa; de recibir un homenaje de la comunidad a la que tanto quiso».

“Nunca voy a olvidar la sensación cuando leía los documentos que mi madre había guardado, la hemeroteca que tiene sobre la trayectoria de mi papá, y digo que no lo voy a olvidar porque de niño o de joven, me costaba mucho trabajo entender como un personaje como él, de la nada, desde abajo, había construido un liderazgo tan fuerte, como había logrado ser presidente de su secundaria, presidente de la Vocacional, de la Facultad de Derecho, de la FEG (Federación de Estudiantes de Guadalajara), en tiempos muy difíciles, porque además le tocó ver cómo le mataron a muchos de sus amigos, en un momento muy violento de la vida universitaria y del país”.

Alfaro Ramírez, agregó que le costaba trabajo entender de cómo su padre pudo haber sido diputado o senador, pero no aceptó otra trinchera política que no fuera su universidad.

Resaltó que su trayectoria fue desde abajo, primero como secretario o director, hasta ser rector de la Universidad de todos los Jaliscienses.

«Creo que mi padre demostró en todo momento ese compromiso que hablaba mi querido maestro Jurado Parres, con la educación, laica, gratuita con los principios y la autonomía de la UdeG fueron su razón de vida, fueron la causa por la que luchó siempre», expresó el mandatario jalisciense.

“Ese era mi padre, un hombre de a caballo, que disfrutaba estar en su rancho, que disfruto a sus amigos, todos con los que compartía esa pasión, con la charrería con los caballos. Un hombre que siempre estuvo cerca de su familia, nosotros por supuesto pero sus hermanas, hermanos con quienes tuvo una relación muy cercana, como la que tengo hoy con mi hermano y por supuesto el haber podido en estos últimos años, demostrarle que lo hizo muy bien, que no falló; es algo que voy a guardar siempre, poder acompañarlo en su último recorrido hacia su Universidad al lado de mis hijas, al lado de mi familia, todos estamos unidos y agradecidos con la vida de habernos permitido tener cerca a un hombre como mi padre. De corazón gracias, gracias a mamá por ser una compañera de mi padre”.

El gobernador recordó a su papá en lo apasionado que era con la Universidad y con su gusto por los caballos, en su vida diaria.

“Fue un hombre que vivió a tope, que decidió ser algo con su vida, decidió no resignarse a lo que a lo mejor a él le tocaba y que demostró con hechos, con valentía y congruencia que cuando se defienden las convicciones, cuando se lucha por lo que uno cree, al final la gente te lo reconoce y yo se que mi padre tendrá el cariño de la comunidad universitaria y por eso te digo, gracias jefe te lo digo de corazón».

Después los restos mortales de Enrique Javier, fueron llevados a un camposanto privado donde fue despedido, ahora está reunido con su esposa y un hijo que fallecieron años antes.

Derechos Reservados AF