En el último decenio, gracias a las iniciativas emprendidas para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la proporción de personas que viven en barrios marginales se ha reducido más de la mitad. Sin embargo, durante el mismo período, debido al rápido ritmo de la urbanización, en particular en los países en desarrollo, ha aumentado el número de personas que habitan en barrios marginales.
En algunas regiones del África Subsahariana, el 70 por ciento de los habitantes de las zonas urbanas viven en barrios marginales y asentamientos improvisados. Este año, el Día Mundial del Hábitat está dedicado a dar voz a los habitantes de los barrios marginales.
«A menudo, las personas de los barrios marginales viven en un anonimato casi total —no tienen una dirección, no están censadas y no saben cuándo mejorarán sus condiciones de vida. Escuchemos pues a las personas que viven en barrios marginales para que nos expliquen qué es lo que ha funcionado y lo que no, y lo que tenemos que hacer», dijo en su mensaje el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Para ello, se proponen llevar a cabo una serie de actos con los que:
- Crear una mayor conciencia de las condiciones de vida en los barrios pobres.
- Desarrollar procesos y herramientas en defensa de la memoria histórica de las personas que han vivido y viven en los barrios pobres.
- Mostrar a los legisladores en el ámbito urbano, a través de historias reales, que los programas de mejora de los barrios pobres pueden lograr mejorar condiciones de vida para sus habitantes, lo que conlleva importantes impactos económicos y sociales.
- Compartir las experiencias sobre el mejoramiento de los barrios marginales en distintas ciudades y zonas urbanas de todo el mundo.
- Contribuir a un diálogo político que se centre en la amplia gama de temas relacionados con la integración de la vida de los barrios marginados en la ciudad.
- Identificar la formulación de políticas en las que el sistema de la ONU, en particular, ONU-Hábitat, puede ofrecer importantes contribuciones.
- Identificar las principales partes interesadas en la mejora de los barrios pobres y en lograr viviendas adecuada, participando activamente en las decisiones ulteriores.
- Contribuir a las conversaciones sobre la agenda del desarrollo 2015 y a la Conferencia Habitat III.
Los barrios marginales suele estar en las zonas menos idóneas y apropiadas para vivir, por ejemplo, en llanuras aluviales y laderas empinadas, y son intrínsecamente vulnerables a los fenómenos meteorológicos cada vez más severos que causa el cambio climático. Muchas de las personas que habitan en barrios marginales se vieron obligadas a migrar por la falta de oportunidades en las zonas rurales que antes habitaban o en sus países de origen.
Con frecuencia carecen de servicios básicos como los de abastecimiento de agua, saneamiento, suministro de electricidad y alumbrado público. A menudo, la delincuencia es endémica, y las mujeres y las niñas son las más expuestas a ese riesgo. El desempleo, el subempleo y el costo del transporte a lugares distantes de trabajo agravan las dificultades.
Para lograr el desarrollo sostenible y una vida digna para todos, debemos intentar resolver estos problemas. Este año, el Día Mundial del Hábitat está dedicado a dar voz a los habitantes de los barrios marginales. A menudo, las personas de los barrios marginales viven en un anonimato casi total —no tienen una dirección, no están censadas y no saben cuándo mejorarán sus condiciones de vida.
Aprendiendo de sus experiencias, los planificadores urbanos y los encargados de formular políticas pueden mejorar el bienestar de una parte considerable de la familia humana.
Ban Ki-moon señaló que en este Día Mundial del Hábitat, alienta a los gobiernos, las empresas, las instituciones académicas y las organizaciones no gubernamentales a que den voz a los habitantes de los barrios marginales y escuchen lo que tengan que decir.
«Tenemos la tecnología y los conocimientos para construir ciudades sostenibles desde el punto de vista económico, social y ambiental, basadas en soluciones locales. La ampliación de nuestras ciudades de una forma bien planificada y gestionada no solo es necesaria para satisfacer las necesidades de vivienda de nuestra creciente población urbana, sino que también es fundamental para luchar contra el cambio climático, proteger el medio ambiente y apoyar el desarrollo sostenible. Concentrémonos en un nuevo programa urbano que no deje a nadie atrás», señaló el funcionario internacional..