Monseñor Gerardo Díaz Vázquez, Obispo de Colima, señala que la Diócesis a su cargo trabaja en un proyecto de construcción de paz, ya que el tema de la seguridad es complejo y se tienen que sumar todos.
En entrevista con AFmedios, el religioso señaló que considera complejo el tema de la seguridad, principalmente por que por segundo año consecutivo la ciudad de Colima ocupa el primer lugar como la más violenta del mundo.
«Se me hace complejo por por el hecho de que tenemos por segundo año consecutivo, el deshonroso primer lugar de ser la ciudad más violenta del mundo Colima».
«Lastima las formas como se muere la gente aquí en la violencia, es una forma de agresión directa y parece que es lucha de grupos de poderes»..
Aseguró que en las visitas que hace a las colonias y pueblos el ha observado que la gente vive con miedo por la situación de violencia.
«Hay mucha gente que vive con miedo, a mí me preocupa cuando voy a colonias o a los pueblos, que la gente me hable al oído y quedito, porque tienen miedo y hay un miedo que nadie queremos afrontar».
Aseguró que la Diócesis de Colima, que encabeza, trabaja ya en un proyecto de construcción de paz, y espera en unos meses poder concluirlo y reunirse con diversos sectores de la sociedad, además de invitar a los gobiernos.
«Yo espero que la diócesis ofrezcamos al menos un proyecto de construcción de paz. Ya estamos trabajando en él vamos, a ver si podemos presentar un proyecto de construcción de paz, en la que podamos sumar a toda la ciudadanía, todos los grupos sociales, a las universidades, a los empresarios y ojalá que también al gobierno, tanto municipales como estatal y si se puede el federal, que a veces no ha habido tanta respuesta».
Al cuestionarle si la paz es un trabajo de todos, respondió que sí.
«La paz no se construye por uno, la paz se construye», refirió.
A unos meses de haber llegado a Colima, en julio del 2023, Díaz Vázquez asegura que la Diócesis de Colima es muy distinta a la de Michoacán, la de Tacámbaro de donde viene, ya que allá existe un gran folclor en todas las celebraciones y la gente es muy expresiva, sin embargo en Colima la fe se vive con más recogimiento, es más espiritual, lo que también tiene un gran valor.
«Es una una diócesis muy bonita, muy viva, con mucha gente comprometida».
Invitó a todos los laicos a sumarse al trabajo que los religiosos realizan, ya que dijo la Iglesia está viva por todos.
«Yo invito a todos para que nos vayamos sumando, yo he estado visitando parroquias, decanatos, grupos movimientos y veo un gran movimiento de Iglesia, que tiene vida, ojalá que podamos vivificar, darle mucha fuerza a esta nuestra Iglesia».
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