COLIMA.- Monseñor Gerardo Díaz Vázquez, Obispo de Colima, explica las ceremonias que se llevarán a cabo con motivo de la Semana Santa, que inician con el Domingo de Ramos y concluyen con el Sábado de Gloria y Domingo de Resurrección.
«No olvidarnos de que celebramos el misterio de Cristo la pasión, la muerte y la resurrección y ojalá, que dejemos algún momento, un espacio de nuestro tiempo para meditar y para apropiarnos la redención que Cristo, que sea un también un tiempo propicio para fortalecer los vínculos familiares, la convivencia familiar que es tan necesaria en este tiempo».
«La Semana Santa se abre con la celebración del Domingo de Ramos, que recordamos la entrada triunfal de Cristo Jerusalén donde le cantan hosanna y la brindan palmas, ponen mantos, entra en el burrito a la ciudad santa de Jerusalén».
«Nosotros vamos a tener el martes por razones prácticas la Misa Crismal, es una celebración muy bonita donde se congrega toda la diócesis con representantes de cada parroquia y todos los sacerdotes de la Diócesis bendecimos los aceites y el Santo Crisma,… es una celebración que habla mucho de unidad y de comunión una sola iglesia que camina hacia la salvación que Cristo nos ofrece el martes lo vamos a realizar a las 11:30 horas aquí en Catedral».
El Obispo de Colima señaló que se los sacerdotes se reúnen antes ya que ese día se celebra también el día del sacerdocio, que litúrgicamente es el jueves por la mañana, pero dado que las comunidades son distantes para que tengan la oportunidad de regresar a sus comunidades para la celebraciones del Jueves Santo, la costumbre y las tradiciones es que sea el martes por la mañana.
Luego, explicó que se abre el Triduo Pascual, que es una celebración única que comienza el jueves por la tarde con la misa de institución de lavatorio de los pies, institución de la Eucaristía y del Sacerdocio.
«El día de la caridad desde el servicio, ahí se abre la gran celebración del Misterio Pascual, Cristo instituye la Eucaristía, instituye el sacerdocio y nos invita hagan lo que yo he hecho, lavar los pies, háganlo, también ustedes, ahí se abre la gran celebración. Por la tarde se hace adoración a la Eucaristía no es solemne, es una adoración simple, pero recordando que Cristo ha querido quedarse sacramentalmente en la Eucaristía».
«Al día siguiente, viernes, conmemoramos la entrega de Cristo, pasión, muerte y resurrección, ordinariamente están los viacrucis. Aquí tendremos el Viacrucis a las 12:00 horas, será dentro de Catedral, una meditación que será muy interesante y bonita vivirla».
Refirió que en algunos lugares se llevan a cabo representaciones en vivo, como es el caso de Comala o Coquimatlán.
Por la tarde hay lecturas, pero no celebración de misa. Se realiza la adoración de la Cruz, lectura de la Pasión de Cristo, y la distribución de la Eucaristía. Luego se hace el Rosario de Pésame, acompañando a la Virgen en su dolor, en otros se hace la procesión del silencio, llevando a Cristo en el entierro con la madre dolorosa o la Cruz.
«El sábado es el silencio, es la gran espera, es el tiempo en silencio que la Iglesia aguarda la resurrección de Jesucristo y por la tarde, se hace la gran Vigilia Pascual, comienza con la bendición del fuego nuevo, se enciende el cirio que hace presente a Cristo resucitado vivo entre nosotros y ahí se bendicen todas las velas y cirios que la gente acostumbra a llevar a su casa por devoción, que los prenden algunos momentos importantes de su vida, están encendidos de la luz del Cirio Pascual».
Díaz Vázquez señaló que el Sábado puede haber bautismos, confirmaciones, porque es la gran vigilia, donde se preparaban los catecúmenos para llegar a este momento y es la gran celebración, se escuchan las lecturas del Antiguo Testamento, están marcadas siete, al menos tienen que ser dos del Antiguo Testamento.
«Luego viene la apertura de la Gloria con el canto de gloria y luego el Aleluya, Sábado de Gloria, viene la bendición del agua, todo una vigilia muy simbólica que representa todo el misterio de nuestra redención, comenzando desde el jueves con la institución, la pasión y la resurrección de nuestro Señor Jesucristo».
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