La economía mundial permanece atrapada en un prolongado periodo de bajo crecimiento al expandirse solamente un 2,2% en 2016.
La cifra se dio a conocer hoy en el Informe del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (DESA) sobre la situación y las perspectivas para la economía mundial en 2017.
El Subsecretario General Para el Desarrollo Económico de DESA, Lenni Montiel, aseguró que fueron varios los factores que influyeron a la menor tasa de crecimiento mundial desde la recesión del 2009.
“Diversos factores explican este desempeño, un débil ritmo de la inversión, la disminución del crecimiento del comercio, un lento crecimiento de la productividad y además elevados niveles de deuda, así mismo conflictos y tensiones geopolíticas continúan afectando las perspectivas económicas en varias regiones del planeta“.
El informe además señala que se espera que el producto Interno Bruto Mundial se expanda solamente un 2.7% en el 2017 y un 2.9% para el 2018 .
“Esto es más una señal de estabilización económica, que un signo de una recuperación robusta y sostenida de la demanda global”.
El reporte revela también que en la actual trayectoria de crecimiento cerca del 35% de los países menos desarrollados puede permanecer en la extrema pobreza en el año 2030, lo que pondría en peligro los Objetivos Mundiales de Desarrollo Sostenible.
Por su parte en la dimensión ambiental, el informe refiere de manera positiva que las emisiones globales de carbono se han estancado por segundo año consecutivo.
Entre sus principales recomendaciones, el documento resalta la necesidad de una combinación de políticas más balanceada que vaya más allá de la excesiva dependencia de la política monetaria para promover el crecimiento sostenible.
Se espera que Latinoamérica y el Caribe tengan una modesta recuperación del 1.3% en 2017, sostenida por una mayor demanda externa, un aumento en los precios de materias primas y una relajación monetaria en América del sur. BP