Los baluartes cruzazulinos José de Jesús Corona y Christian Giménez aceptan su responsabilidad en el lío del domingo, en la agonía del juego semifinal entre Morelia y Cruz Azul.
Aceptan las sanciones y hasta se avergüenzan por el comportamiento que asumieron el domingo pasado en el estadio Morelos, pero también piden objetividad, que no les agreguen más culpas de las que ya de por sí cargan.
«Sabemos que Morelia es de una televisora [TV Azteca], donde no muestra imágenes que realmente perjudican a su equipo. Entonces no nos tenemos que hacer los que no sabemos las cosas que pasan», denuncia El Chaco, convencido de que en plena transmisión editaron y no sacaron toda la secuencia de imágenes, con el propósito de proteger al equipo del canal.
«Todos sabemos lo que pasa en el futbol mexicano, cómo se maneja -lamenta el mediocampista, pero no es una excusa. Nos equivocamos y anoche [domingo], al llegar a ver las imágenes me avergüenzo de lo que pasó», dice, orgulloso de pertenecer a La Máquina.
El portero Corona comparte la exposición de Giménez. «No se pueden llevar por algunas tomas que manejan las televisoras, deberían analizarlas desde el inicio del incidente», reclama Chuy, consciente de que la televisión segmenta y manipula a conveniencia. Es el riesgo de pretender ser juez y parte, como lo hacen las cámaras de Azteca y también las de Televisa.
«Hoy estamos viviendo un momento difícil», reconoce El Chaco, dolido por la eliminación, aunque más arde el castigo de seis encuentros que cargará junto con Chuy y más aún aparecer delante de las cámaras como los responsables de la riña que opacó el éxito deportivo de Monarcas frente a Cruz Azul.
Voz entrecortada, rostro pálido, desencajado, Christian parece respirar con dificultad. Al talentoso volante celeste le puede quedar al margen del torneo y más por la forma.
«Obviamente, yo quería llegar a la final, mas acá, lo que tenemos que hablar es que Morelia nos ganó bien. No podemos criticar o pedir que veten a la cancha de Morelia, porque sabemos que por un inadaptado no puede pagar los platos rotos la gente que realmente se merece ver una final. Nosotros estamos acá para tratar de hacernos cargo de las cosas que pasaron, somos los únicos responsables», reconoce Giménez, quien también pide «que se mida de la misma manera a todo el mundo, porque hubo personas que hoy en día están tranquilas y ayer estaban dentro de la cancha con un comportamiento que no es el adecuado», señala.
Asimismo, observa que en la cancha tenían que estar los 22 jugadores y los árbitros, mas «en el tumulto había 50 personas y no sé por qué; todos vemos lo que queremos ver».
Además se resigna al castigo de seis partidos: «Sí, me equivoqué, no tengo por qué reclamar nada. Creo que a veces los criterios para el futbol mexicano son diferentes, pero el que se equivocó soy yo, no tengo por qué reaccionar».
Eso sí, observa que sería sano ponerse en el lugar de los futbolistas. «Ahora ya pasó bastante tiempo y estoy tranquilo, pero en el momento del juego, las pulsaciones están a mil, hubo una persona que ingresó y yo reaccioné porque esa persona fue a cargar a mi compañero, aunque entiendo que estoy para jugar al futbol y no para boxear», concluye Chaco, convencido de que en nuestro balompié falta mucho por hacer.
