UNO TRAS OTRO, ERRORES DE LA PRESIDENTA DEL IEE
La conducta irresponsable de la presidenta del Instituto Electoral del Estado, Alejandra Felícitas Valladares, conmocionó, por unos minutos, a la de por sí caldeada vida pública de Colima: cometió una imprudencia múltiple en lo político, informativo y profesional.
La funcionaria, desde la ineptitud, invadió zonas que exceden su función como árbitro y garante del proceso. Usurpó atribuciones cuando, sin los pasos legales correspondientes, comunicó, en exclusiva, al periodista Joaquín López Dóriga sobre cambios supuestos en la tendencia del voto. Dijo al conductor de Televisa que el panista Jorge Luis Preciado había ganado la elección para la gubernatura de Colima, luego del conteo municipal en Manzanillo.
La instantaneidad de las redes sociales, pues López Dóriga lo publicó en su cuenta de Twitter, se contaminaron de la ligereza de la funcionaria, quien nunca pensó en las repercusiones que tendría una noticia sin los fundamentos necesarios en la sociedad colimense.
Violó atribuciones legales, pues ella está imposibilitada para anunciar hechos de tal naturaleza sin que antes se haya reunido el Consejo General del IEE para dictaminar, en tiempo y forma, los resultados electorales.
La dimensión del error de Felícitas Alejandra Valladares tendrá consecuencias, pues pedirán la remoción del cargo por su comportamiento escasamente ético, sobre todo porque puso en riesgo la credibilidad de una institución pública y confundió por instantes a los colimenses.
El desliz pretendió corregirse mediante un comunicado de medios mal escrito, pero el daño fue irreversible. Es importante que el proceso electoral siga sus pasos, los ciudadanos mantengan la tranquilidad para que la convivencia social no se rompa por episodios tan equívocos como lamentables.