Estados Unidos.- Este jueves 3 de junio, el presidente de Estados Unidos, Joseph Biden, emitió un Memorando de Estudio de Seguridad Nacional (NSSM, por sus siglas en inglés) sobre la Lucha contra la Corrupción, para establecerla como un interés central de la seguridad nacional de ese país.
Con dicho anuncio se ordena a las agencias y departamentos del gobierno norteamericano, que hagan recomendaciones que refuercen la capacidad de las autoridades para combatir la corrupción, entre las que se incluye el patrocinio a Organizaciones No Gubernamentales y periodistas.
“Estados Unidos predicará con el ejemplo y en asociación con aliados, la sociedad civil y el sector privado para combatir el flagelo de la corrupción”.
Para Biden, la corrupción hace que los gobiernos sean menos efectivos, desperdicia los recursos públicos y exacerba las desigualdades en el acceso a los servicios.
El Memorando toca cinco puntos: modernizar, coordinar y recurrir a los esfuerzos para combatir mejor la corrupción, frenar las finanzas ilícitas, responsabilizar a los actores corruptos, construir asociaciones internacionales y mejorar la asistencia exterior.
Modernizar, coordinar y recurrir a los esfuerzos: El NSSM ordena a los departamentos y agencias que identifiquen y establezcan nuevas estructuras y personal, mejoren la recopilación y análisis de inteligencia y aumenten los recursos destinados a enfrentar la corrupción en el país y en el extranjero.
Frenar el financiamiento ilícito: Ordena a los departamentos y agencias que combatan todas las formas de financiación ilícita, incluso mediante la aceleración de los esfuerzos en curso para establecer un registro de «beneficiarios reales», de modo que los delincuentes no puedan ocultar el producto de la corrupción detrás de empresas fantasma; limitar la capacidad de estos sujetos de esconderse detrás del anonimato para comprar bienes raíces residenciales; y cerrar las lagunas en los regímenes regulatorios existentes.
Hacer responsables a los corruptos: Se tomarán nuevas medidas para responsabilizar a los individuos corruptos, organizaciones criminales transnacionales y otros actores involucrados en actividades ilícitas. Incluyendo el fortalecimiento y la construcción de sanciones anticorrupción específicas bajo la Ley Global Magnitsky y autoridades similares; y reforzar las acciones de ejecución penales o civiles, como en el marco de la Iniciativa de recuperación de activos de cleptocracia del Departamento de Justicia; además de dar más apoyo para aumentar la capacidad de la sociedad civil, los medios de comunicación, los organismos estatales y locales, los socios internacionales y otros actores de supervisión y rendición de cuentas.
Construir alianzas internacionales: El NSSM ordena a los departamentos y agencias que trabajen con socios internacionales de ideas afines a través de la ONU, el G7, el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y organismos similares para contrarrestar la corrupción estratégica que emana de los gobiernos autocráticos y gobiernos cleptocráticos, empresas extranjeras de propiedad estatal o afiliadas y organizaciones criminales transnacionales. Este trabajo incluirá el cierre de las lagunas que esos actores explotan para enmascarar el producto de la corrupción o interferir en los procesos democráticos.
Mejorar la asistencia exterior. Ordena a los departamentos y agencias que se concentren en las mejores prácticas anticorrupción y mejoren las medidas de cumplimiento en la implementación de programas de asistencia extranjera y cooperación en seguridad.
Es en el punto de alianzas internacionales donde entra el financiamiento a ONG’s, periodistas o asociaciones que aboguen a favor de medidas anticorrupción o trabajen para exponer casos de enriquecimiento ilícito, empresas fantasma y demás acciones relacionadas a la corrupción.
“Tomaremos medidas enérgicas contra los paraísos fiscales y el financiamiento ilícito que contribuyen a la desigualdad de ingresos, financian el terrorismo y generan daños perniciosos influencia extranjera”.
La Administración Biden-Harris se dijo comprometida a abordar la corrupción como una prioridad económica y de seguridad nacional, además de liderar esfuerzos internacionales para transparentar el sistema financiero global.
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