EEUU, Rusia creen que acuerdo armas con Siria ayudaría en conversaciones paz

Rusia y Estados Unidos acordaron el viernes dar un nuevo impulso a la negociación por el fin de la guerra civil en Siria, mientras debaten un plan para destruir las armas químicas del Gobierno de Damasco que busca evitar ataques aéreos de Washington.

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, se reunieron por segundo día en Ginebra para trabajar en la propuesta de desarme presentada por Moscú.

Estados Unidos sigue mostrándose escéptico y Kerry ha dicho que aún es posible la acción militar estadounidense para castigar al presidente Bashar al-Assad por un ataque con gas que el mes pasado causó la muerte de cientos de personas en suburbios de Damasco bajo control de los rebeldes.

No obstante, tras reunirse con el enviado especial de la ONU para Siria, Lavrov y Kerry dijeron que el avance en el tema de las armas químicas podría ayudar a relanzar sus esfuerzos para que los bandos sirios se sienten a negociar el fin de un conflicto que ha enardecido a Oriente Medio y dividido a las potencias mundiales desde su inicio en 2011.

Con todo, hay pocas señales de compromiso dentro de Siria, donde los enfrentamientos sectarios y étnicos se han profundizado en los dos años y medio de guerra, en los que han muerto más de 100.000 personas y hasta un tercio de la población se ha visto obligada a abandonar sus hogares.

El viernes se produjeron nuevos ataques aéreos y bombardeos de artillería sobre suburbios en manos de rebeldes en Damasco, tras unos comentarios desafiantes de Assad el día anterior después de acordar -alentado por su aliado Rusia- que Siria adherirá a un tratado global que prohíbe las armas químicas.

Kerry dijo en una conferencia de prensa conjunta con Lavrov: «Estamos comprometidos a intentar trabajar juntos, comenzando con esta iniciativa sobre las armas químicas, con la esperanza de que esos esfuerzos puedan traer paz y estabilidad a una parte del mundo devastada por la guerra».

El funcionario estadounidense dijo que esperaba que se pudiera fijar una fecha para las conversaciones de paz, pero añadió que eso dependerá en gran parte «de la capacidad de tener éxito aquí en los próximos días en lo que respecta al tema de las armas químicas».

Las negociaciones en Ginebra entre Kerry y Lavrov, que también incluyen a expertos en armas estadounidenses y rusos, durarán hasta el sábado.

Luego de reunirse con el enviado especial de la ONU Lakhdar Brahimi, dijeron que se encontrarían nuevamente alrededor del 28 de septiembre, durante la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, para ver si podían programar una nueva conferencia internacional de paz sobre Siria.

Rusia se ha resistido a los pedidos de los rebeldes sirios y los líderes de Occidente y aliados árabes para que Assad deje lugar a un Gobierno interino.

El presidente ruso, Vladimir Putin, que advirtió contra lo que calificó como una interferencia de Occidente en un estado soberano sin el respaldo de la ONU, dice que no deberían imponerse autoridades desde afuera.

Los opositores sirios señalan que no ven un lugar para Assad después de la guerra. Sin embargo, ninguna de las partes ha podido poner fin a los enfrentamientos, que han dejado al territorio sirio dividido y a su pueblo en la miseria, incluidos 2 millones de refugiados en el exterior.

COMBATES EN DAMASCO

Mientras la diplomacia continúa en Suiza, las fuerzas de Assad atacaban nuevamente alrededor de Damasco, dijeron activistas de la oposición y residentes.

Aviones de guerra bombardearon el barrio de Barzeh, donde activistas dijeron que también había batallas en tierra.

«Parece que el Gobierno volvió a su vieja rutina después de que en las últimas semanas tomara una postura defensiva de un ataque estadounidense», dijo una residente de Damasco opositora a Assad. La mujer dijo haber escuchado aviones sobrevolar la zona y artillería en acción.

Damasco solicitó formalmente unirse a un organismo mundial de control de la prohibición de armas químicas, una medida que Putin celebró el viernes y calificó como un «paso importante hacia la resolución de la crisis en Siria».

«Esto confirma la seria intención de nuestros socios sirios de seguir este camino», señaló el presidente ruso.

China también dio la bienvenida a la decisión de Assad, al igual que Irán, aliado clave en una confrontación regional con matices sectarios entre estados chiíes y suníes.

Pero Kerry resaltó que Washington aún podía atacar: «Esto no es un juego», dijo el jueves.

Las conversaciones son parte de un intento diplomático que hizo que el presidente Barack Obama pusiera en suspenso sus planes de atacar Siria en respuesta al uso de armas químicas contra civiles cerca de Damasco el 21 de agosto.

La propuesta de Moscú también congeló una votación en el Congreso estadounidense sobre la acción militar en Siria que parecía encaminarse a obtener una negativa.

Estados Unidos y sus aliados argumentan que las fuerzas de Assad perpetraron un ataque con gas sarin que provocó la muerte de más de 1.400 personas. Putin y Assad han responsabilizado a los rebeldes.

Naciones Unidas dijo que recibió un documento de Siria solicitando unirse al tratado global contra armas químicas, una medida que Assad prometió como parte de un acuerdo para evitar ataques aéreos de Washington.

Pero Assad manifestó a la televisión estatal rusa que concretaría los planes de abandonar sus armas químicas sólo cuando Estados Unidos deje de amenazar con atacarlo.

Moscú, Washington y otras potencias del mundo consideran la inestabilidad en Siria como una amenaza a la seguridad, aunque difieren profundamente en cómo responder al tema.

Las potencias occidentales dicen que Assad es un tirano que debería ser derrocado y Rusia, al igual que Assad, destaca la presencia de extremistas islámicos entre los rebeldes sirios.

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