COLIMA.- El día de San Valentín es una fecha que invita a la reflexión sobre el amor y la amistad en sus distintas manifestaciones. En este contexto, tuvimos la oportunidad de conversar con la Dra. Minerva Ortiz Valladares, docente de la Facultad de Psicología de la Universidad de Colima, para explorar cómo ha evolucionado el concepto del amor y cómo se vive en la actualidad.

La Dra. Ortiz Valladares señaló que el amor es un concepto complejo y abstracto, cuya definición varía según la historia de vida, el contexto y la personalidad de cada individuo. Existen diversas formas de amor, desde el filial, el romántico, el amor a los amigos o incluso el amor hacia una actividad.

«Cada persona tiene su propia idea de lo que es el amor», mencionó.

Desde el punto de vista biológico, el amor es un proceso en el que intervienen hormonas, neurotransmisores y la actividad del sistema nervioso. Sin embargo, su concepción también ha sido influenciada por los cambios sociales y culturales, lo que ha generado nuevas formas de vivirlo y expresarlo con mayor libertad.

«Antes existía una idea más estructurada del amor, mientras que ahora hay una diversidad de formas en las que puede ser concebido», afirmó la especialista.

Uno de los puntos clave que abordamos fue la dificultad que muchas personas experimentan para encontrar un amor satisfactorio. En este sentido, la Dra. Ortiz Valladares explicó que la cultura actual ha cambiado las expectativas y necesidades afectivas, lo que puede hacer más complicado establecer relaciones de pareja duraderas.

«El amor implica compromiso, y este debe ser bidireccional. Si uno da más que el otro, es natural que surjan conflictos», explicó.

Asimismo, la especialista habló sobre la importancia del equilibrio entre la individualidad y la relación con el otro.

«Nos han enseñado que debemos encontrar nuestra media naranja, cuando en realidad somos un ser completo. La relación no debe llenarnos vacíos, sino sumar a nuestra vida», reflexionó.

Otro de los conceptos abordados fue el de la «toxicidad» en las relaciones. «No existen personas tóxicas, pero sí hay conductas desadaptativas. La inseguridad, el control excesivo o la sumisión pueden derivar en relaciones que afectan la salud mental», afirmó. Subrayó que la clave para evitar este tipo de dinámicas es la comunicación y el respeto mutuo.

Sobre la expresión del amor, la Dra. Ortiz Valladares enfatizó que no todas las personas lo manifiestan de la misma manera. «Hay quienes son muy expresivos y otros que demuestran su amor de formas más sutiles. Lo importante es conocer y respetar la manera en que nuestra pareja o seres queridos expresan sus sentimientos», mencionó.

Finalmente, hablamos sobre la duración del enamoramiento, una etapa inicial caracterizada por una gran intensidad emocional.

«Esta fase suele durar entre seis meses y dos años, pero lo verdaderamente importante es cómo se transforma en un amor más profundo y consciente, basado en la construcción diaria de la relación», concluyó la especialista.

En definitiva, el amor es una elección y una construcción constante que implica compromiso, respeto y entendimiento. En tiempos de cambio, es fundamental adaptarnos a las nuevas formas de concebir el amor sin perder de vista la importancia del bienestar propio y el del otro.

La duración del enamoramiento y la adaptación en la relación de pareja

De acuerdo con estudios científicos, el enamoramiento dura hasta cuatro años en las mujeres, mientras que en los hombres puede durar menos de un año. Desde la perspectiva de la química cerebral, las mujeres tienen una mayor necesidad de apego, lo que puede influir en la duración de este estado emocional. Sin embargo, la clave en cualquier relación está en la adaptación.

«La relación de pareja va a ir mutando con el tiempo, pero esos cambios deben ir acompañados de la adaptación para que la relación se establezca y sea más llevadera», explica la Dra. Ortiz. Es normal que los primeros años de convivencia sean difíciles, pero con el tiempo, la relación se vuelve más estable y apacible.

El amor implica buscar el bienestar del otro y ser agentes activos para propiciar y mantener ese bienestar. Es fundamental evitar caer en la rutina y hacer cambios conscientes para revitalizar la relación. «Si sentimos que la rutina nos está afectando, podemos introducir actividades nuevas, salir más, viajar o simplemente hacer algo distinto juntos para generar esos cambios necesarios», recomienda.

Rupturas amorosas y el duelo

El duelo tras una ruptura amorosa no tiene una duración exacta y varía de persona a persona. «No es un proceso lineal; habrá momentos de tranquilidad y otros de mucha tristeza. Adaptarnos a los cambios es clave, porque no solo cambia la ausencia de la persona, sino también nuestra rutina, nuestros pensamientos y nuestros planes», menciona.

Muchas veces se cree que no se puede preparar para una ruptura, pero la Dra. Ortiz sostiene que sí es posible.

«Podemos reconocer cuando una relación ya no genera bienestar. Terminar una relación no tiene que ser una tragedia insuperable. Habrá dolor, llanto y momentos de duda, pero es parte del proceso. Lo importante es recordar que una ruptura no nos quita valor ni importancia como personas».

Después de una ruptura, el amor propio es esencial. «Es importante rodearse de actividades nuevas, cuidar nuestra alimentación, dormir bien y realizar actividad física para fortalecer el bienestar emocional».

La terapia psicológica también juega un papel fundamental: «Siempre es recomendable buscar ayuda profesional, ya que proporciona herramientas para gestionar la situación».

Patrones de relación y elección de pareja

Se dice comúnmente que «atraemos el mismo tipo de persona» o que «las personas buenas sufren más en el amor». Según la Dra. Ortiz, esto se debe a patrones de conducta aprendidos. «Desde nuestra necesidad emocional, buscamos inconscientemente a personas con ciertas características que refuercen esos patrones. Si no los identificamos, seguimos repitiéndolos». La mejor manera de romper estos ciclos es a través de la introspección y la terapia.

En cuanto a la percepción de que «las personas que se portan mal» parecen tener más éxito en las relaciones, la Dra. Ortiz aclara: «No se trata de quién se porta bien o mal, sino de la calidad de la relación. Si alguien está en una relación tóxica, eso no significa que sea mejor. Lo importante es estar en una relación sana y equilibrada».

Las relaciones han cambiado con el tiempo, y cada vez es más común que las personas elijan no estar en una relación de pareja para toda la vida.

«Eso no significa que vayamos a terminar solos. Podemos construir vínculos sólidos con amigos y seres queridos. La clave es encontrar la comodidad con uno mismo y disfrutar cada momento».

En el Día del Amor y la Amistad, la Dra. Ortiz recomienda: «Apapáchense, quiéranse. El amor no es solo para la pareja, sino también para uno mismo. Hay que escuchar lo que queremos, lo que nos gusta y disfrutar la vida porque no sabemos cuánto tiempo tenemos».

«Venimos a disfrutar» y esa es la mejor lección que podemos aplicar en nuestras relaciones y en nuestra vida en general.

 

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