El caso de Marilyn Cote y las lecciones que nos deja sobre la ética de los profesionales de salud mental
Por: César Augusto García Avitia
El pasado mes de noviembre, el caso de Marilyn Cote sacudió el ámbito de la salud mental en México al revelar serias fallas éticas y legales en la práctica profesional.
Cote, una mujer que se hizo pasar por psiquiatra en Puebla, ejerció sin contar con estudios ni certificaciones requeridas, atendiendo a pacientes vulnerables y recetando medicamentos de manera indebida. Este fraude se descubrió cuando pacientes denunciaron irregularidades y las autoridades verificaron que sus credenciales eran falsas. Este caso pone en evidencia la urgente necesidad de reforzar las regulaciones y garantizar el cumplimiento de normas éticas en psicología y psiquiatría.
La ética profesional en estas disciplinas se basa en principios como la honestidad, la integridad, la competencia y el respeto a los derechos humanos. En México, estos principios están plasmados en Códigos Éticos Profesionales, como el Código Ético del Psicólogo Mexicano, y en marcos éticos internacionales para la psiquiatría. Su propósito es asegurar que los profesionales actúen en beneficio del bienestar de sus pacientes, respetando su dignidad. El principio de competencia, uno de los más esenciales, exige que los profesionales posean la formación, certificación y experiencia necesarias. El caso de Marilyn Cote violó este principio, poniendo en riesgo la salud de los pacientes al diagnosticar y tratar sin preparación adecuada.
En el marco jurídico mexicano, la práctica de la psicología y la psiquiatría está regulada por la Ley General de Salud, que establece lineamientos específicos para el ejercicio profesional en salud mental. También se apoyan en Normas Oficiales Mexicanas (NOM), como la NOM-025-SSA2-2014, que define criterios para la atención integral en este campo y protege los derechos de los pacientes. Estas normativas buscan garantizar que los tratamientos sean éticos, respetuosos y basados en evidencia. Sin embargo, el caso de Cote evidenció fallos en la supervisión y cumplimiento de estas disposiciones.
Adicionalmente, cada estado mexicano cuenta con una Ley Estatal de Profesiones que regula el ejercicio profesional y sanciona a quienes incumplen los requisitos legales. En Puebla, como en otras entidades, esta ley exige que los profesionales acrediten títulos y certificaciones válidas. La falta de supervisión permitió que Cote ejerciera fraudulentamente por un largo periodo, exponiendo a los pacientes a riesgos y comprometiendo su bienestar.
La ausencia de una vigilancia eficaz sobre estas leyes fomenta prácticas no éticas y pone en peligro la salud de las personas, quienes tienen derecho a recibir atención por profesionales capacitados. Este caso evidencia la necesidad de establecer mecanismos de control más estrictos y sanciones contundentes para evitar el ejercicio ilegal en áreas tan sensibles como la salud mental.
Las lecciones del caso de Marilyn Cote son claras. Primero, subraya la importancia de que los profesionales cumplan con normativas éticas y legales, apoyadas por una supervisión activa de las autoridades e instituciones educativas. Segundo, destaca la necesidad de fortalecer la formación ética en los programas de psicología y psiquiatría, para garantizar que los futuros profesionales actúen con integridad y responsabilidad. Finalmente, resalta que los pacientes deben conocer sus derechos y los estándares que deben cumplir quienes los atienden, ya que la confianza entre paciente y profesional es fundamental en cualquier tratamiento.
Este caso nos recuerda que la ética profesional no es opcional, sino un deber respaldado por normas claras y aplicables. La salud mental exige conocimientos técnicos y un compromiso ético profundo con el bienestar y la dignidad de las personas. Garantizar que los profesionales actúen con responsabilidad y dentro del marco legal debe ser una prioridad para proteger a los pacientes y reforzar la confianza en el sistema de salud mental.
César Augusto García Avitia
Profesor Investigador de Tiempo Completo de la Facultad de Psicología de la Universidad de Colima.
Doctor en Psicología, Maestro en Bioética, Maestro en Psicología Aplicada y Licenciado en Psicología.
Contacto: garciaavitia@ucol.mx