EL ARCÓN DE HIPATÍA
Por: Saraí AGUILAR ARRIOZOLA
El 1 de septiembre pasado Ricardo “N”, conocido como el influencer “Rix”, se declaró culpable de violación equiparada en grado de tentativa contra la youtuber Natalia “Nath” Campos, por lo que fue sentenciado a tres años y dos meses de prisión en el Reclusorio Oriente, tras haber sido detenido desde el mes de febrero. El youtuber ya fue puesto en libertad tras pagar 30 mil pesos.
Así parece ponerse fin a una historia que se dio a conocer el pasado enero, cuando la también youtuber Nath Campos denunció a la opinión pública a Ricardo “N” por violación a través de un video, “Mi abuso”, el cual rápidamente se volvió viral.
La trascendencia de este episodio de violencia va más allá de una simple relatoría. La crónica de los eventos nos muestran como sacado de manual el proceso que toda víctima de violación atraviesa cuando se atreve a denunciar. A pesar de que se trate de encubrir la realidad con lugares comunes como “ahora de todo se quejan”, “todo les creen”, “los hombres ya tenemos miedo”, las víctimas de violación siguen siendo las únicas que tienen que seguir probando que no son culpables de haber sufrido la violencia que acusan y son revictimizadas en el proceso.
En un principio, tras las acusaciones, Rix compartió un video en sus historias de Instagram en que se justificó diciendo que ni ella ni él se acordaban al otro día de lo que había ocurrido. Esto en realidad solo ratificó lo que ella había señalado: que no estaba en capacidad de consentir, pues estaba bajo influjo etílico.
Y como era de esperarse, se solidarizó con las víctimas de abuso, pero negó que lo ocurrido hubiese sido tal, y que todo era probablemente una confusión de la víctima.
En días posteriores, la versión del agresor cambió. Ahora se trataba de un señalamiento con claro trasfondo político, aunque jamás aclaró su relevancia para la política nacional o local. De ser una relación consensuada de acuerdo con él, sin especificar cómo se habría dado en total embriaguez, pasó a ser acusación falsa y de carácter político, y a señalar la mala intención de la víctima al “hacerlo público en sus redes y tornarlo mediático”.
Al parecer, si una mujer es víctima de abuso y se le ocurre denunciar, debe de hacerlo sin dañar la imagen pública del agresor, porque eso es ya ser muy problemática. Esto fue ratificado por la posición tomada por algunos medios y conductores televisivos. Cabe recordar la saña de los comentarios vertidos en cadena abierta por tres conductores del popular programa Hoy, transmitido por Televisa: “¿Por qué te despertaste ahí en la mañana? Pues porque en la noche te dormiste sin saber ni dónde te dormiste ni quién estaba ni qué…”, dijo Martha Figueroa, criticando a la víctima.
“Denuncian pero siguen teniendo una relación cercana con estas personas a las que denuncian. Entonces, esto confunde un poco”, agregó Legarreta sobre el relato de Campos.
“Ojalá que se aclare porque esto puede detonar muchísimas cosas… esto puede detonar que cualquier persona te puede denunciar en determinado momento por haber hecho algo en una borrachera hace 11 o 12 años”, sentenció el actor Arath de la Torre.
Pues hoy, tras meses de señalar y criticar a la víctima, el agresor admite su culpa. La duda es si la sociedad que revictimizó a la agredida aceptará su culpa, la de propiciar los ambientes para que violadores abusen de mujeres porque pueden… y porque la sociedad se los encubre. Y si no se puede tapar, con 30 mil pesos se condona.