APUNTES PARA EL FUTURO
Por: Essaú LOPVI
En un mundo marcado por la rapidez de la información y la omnipresencia de las noticias, el periodismo enfrenta desafíos monumentales que van más allá de la mera supervivencia económica.
La fragilidad económica y las decisiones políticas arbitrarias han puesto a prueba la integridad de la profesión periodística, obligándola a repensar su papel en la sociedad y a encontrar nuevas vías para mantener su relevancia y credibilidad.
La idea de que la innovación es la clave para salvar al periodismo no es nueva, pero su aplicación se vuelve cada vez más urgente. En un mundo donde la confianza en los medios de comunicación está en declive, es crucial que los profesionales del periodismo adopten un enfoque ético y responsable hacia la creación y difusión de noticias.
La búsqueda de nuevos modelos de negocio y la creación de productos atractivos para los usuarios son pasos necesarios, pero no suficientes.
Uno de los mayores desafíos éticos a los que se enfrenta el periodismo moderno es la proliferación de noticias falsas y la desinformación. La presión por captar audiencia y la carrera por ser los primeros en informar a menudo conducen a la negligencia de la verificación de hechos y la priorización de la sensacionalización sobre la precisión.
Esta falta de rigor informativo no solo socava la confianza del público, sino que también socava la integridad misma de la profesión periodística.
Un estudio revelador realizado por la consultora Edelman destaca la falta de confianza global en los medios de comunicación, atribuyendo esto a la búsqueda de audiencia a cualquier costo y a la inclinación ideológica de muchos medios.
Esta crisis de confianza se ve exacerbada por la incapacidad de gran parte del público para distinguir entre periodismo de calidad y rumores o desinformación.
Además de estos desafíos éticos, el periodismo del siglo XXI también enfrenta una desconexión creciente entre los productores de noticias y sus consumidores.
El informe del Reuters Institute Digital News Report señala un aumento en el número de personas que evitan o rechazan las noticias, lo que representa una amenaza seria para la viabilidad económica y la relevancia social de la profesión periodística.
Frente a este panorama complicado y desafiante, eventos como el Congreso Internacional de la Sociedad Española de Periodística (SEP) ofrecen un espacio vital para reflexionar sobre el estado actual del periodismo y explorar soluciones innovadoras. Reunió a académicos, investigadores y profesionales de todo el mundo para discutir los desafíos y oportunidades que enfrenta el periodismo en la era digital.
Es fundamental que el periodismo del siglo XXI no solo abrace la innovación tecnológica, sino que también reafirme su compromiso con los principios éticos fundamentales.
La alfabetización mediática, el respeto a los códigos deontológicos y el análisis riguroso de los fenómenos informativos son pilares esenciales para restaurar la confianza del público y preservar la integridad del periodismo en un mundo cada vez más complejo y fragmentado.