Colima.- El obispo Marcelino Hernández Rodríguez encabezó la ceremonia de institución de la eucaristía, el sacerdocio, y el lavatorio de los pies, en la celebración del Jueves Santo, en la Catedral Basílica Menor de la ciudad de Colima.
En el acto, que hace alusión a la humildad que tuvo Jesús para servir a los demás, el obispo reflexionó que el Jueves Santo es el día de la eucaristía y el verdadero día del amor manifestado a través de la entrega que Dios hizo de su hijo.
“Es el día del amor, no el 14 de febrero, el Jueves Santo es el día del amor, es el día de la caridad, del amor inconfundible de Dios que no nos da cosas, se nos da él mismo, a lo mejor el 14 de febrero es día de mandar flores, pero el Jueves Santo el señor se nos da”.
Hernández Rodríguez insistió en que el amor que nos tiene el Padre es tan grande que envió a su hijo, que creció y sufrió con nosotros como cualquier ser humano y se hizo pecado para perdonar nuestros pecados, sin tener responsabilidad.
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