El episodio de El Niño de 2023/2024 ha alcanzado su máxima intensidad como uno de los cinco más fuertes jamás registrados. Aunque se está debilitando paulatinamente, seguirá repercutiendo en el clima mundial durante los próximos meses, exacerbando el calor atrapado en la atmósfera por los gases de efecto invernadero procedentes de las actividades humanas. Se prevén temperaturas por encima de lo normal entre marzo y mayo en casi todas las zonas continentales.
De acuerdo con el último boletín El Niño/La Niña Hoy, elaborado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), existe una probabilidad del 60 % de que el episodio actual de El Niño persista durante los meses de marzo a mayo, y un 80 % de que se instauren condiciones neutras —lo que quiere decir que no son características de un episodio de El Niño ni de La Niña— de abril a junio. Es posible que se forme un episodio de La Niña más avanzado el año, pero las probabilidades de ello aún son inciertas.
El Niño se produce con una frecuencia media de entre dos y siete años, y sus episodios suelen durar de 9 a 12 meses. Se trata de un fenómeno climático de origen natural asociado al calentamiento de la superficie oceánica en las zonas central y oriental del Pacífico tropical. Influye en las pautas meteorológicas y en el régimen de tormentas de distintas partes del mundo. Sin embargo, actualmente se produce en el contexto de un clima alterado por la actividad humana.
«Cada mes desde junio de 2023 se ha establecido un nuevo récord de temperatura mensual y 2023 fue, con diferencia, el año más cálido jamás registrado. Aunque El Niño ha contribuido a estas temperaturas sin precedentes, sin duda los principales culpables son los gases de efecto invernadero que atrapan el calor», afirma la Secretaria General de la OMM, Celeste Saulo.
«Las temperaturas de la superficie del océano en el Pacífico ecuatorial reflejan claramente un episodio de El Niño. No obstante, las temperaturas de la superficie del mar en otras partes del globo han alcanzado valores inusualmente altos de manera persistente durante los últimos 10 meses. La temperatura de la superficie del mar registrada en enero de 2024 fue, con mucho, la más alta para ese mes desde que existen registros. Esta situación resulta preocupante y no puede atribuirse únicamente a El Niño», declara Celeste Saulo.
Los efectos de un episodio El Niño sobre el clima mundial suelen ser más acusados durante su segundo año; en este caso, 2024.
Todo apunta a que la persistencia de las condiciones típicas de El Niño, aunque con menor intensidad, sumada a temperaturas de la superficie del mar que se prevén superiores a las normales en gran parte de los océanos mundiales, dará lugar a temperaturas por encima de lo normal en casi todas las zonas continentales durante los próximos tres meses y afectará a la distribución de las precipitaciones a nivel regional, según se desprende de la edición más reciente del Boletín sobre el clima estacional mundial publicado por la OMM y que complementa al boletín El Niño/La Niña Hoy.