El Papa Francisco denunció el jueves la discriminación en contra de las comunidades cristianas y apuntó especialmente a las naciones donde la libertad religiosa está protegida por ley, al menos en teoría.
El pontífice ofreció un sermón tradicional ante miles de personas en la Plaza San Pedro del Vaticano en el día en el que la Iglesia conmemora a San Esteban, el primer mártir católico.
El Papa argentino de 77 años pidió a los fieles un momento de silencio para orar por «los cristianos que son acusados injustamente y están sometidos a toda clase de violencia».
Francisco, que celebró su primera Navidad como pontífice, dijo que «las limitaciones y la discriminación» en contra de los cristianos están ocurriendo no sólo en países que no garantizan la total libertad religiosa, sino en naciones donde «por ley, la libertad y los derechos humanos están protegidos».
«Esta injusticia debe ser denunciada y eliminada», declaró.
El Papa no mencionó a ningún país en particular, pero el Vaticano ha exhortado por largo tiempo a Arabia Saudita, donde se encuentran los lugares más sagrados para el Islamismo, que levante una prohibición impuesta sobre los rituales públicos de los cristianos.
Este año se produjeron una serie de incidentes de intolerancia y ataques contra minorías cristianas en Egipto, Indonesia, Irak, Sudán, Nigeria y otros países donde los derechos de culto están garantizados por ley.
Francisco, que se alejó del discurso que tenía preparado, dijo que era seguro que los cristianos que sufren por discriminación o violencia en el mundo son «más numerosos hoy en día que en los primeros tiempos de la Iglesia» Católica.
En el pasado, el Vaticano también expresó preocupación sobre lo que el ex Papa Benedicto XVI describió como «formas sofisticadas de hostilidad» contra los cristianos en naciones ricas, como la restricción al uso de símbolos religiosos en espacios públicos.