El perdón: camino a la felicidad verdadera
Por: Lili Bauza
Psicóloga y Terapeuta de Familia
lilibauza@gmail.com
Las personas buscan sentirse felices, pero para lograrlo se hace necesario aprender a perdonar las ofensas hechas o sentidas en el conflicto inter e intrapersonal por salvaguardar el tener la razón.
“No te tomes nada personal” afirma Don M. Ruíz y significa “no te ofendas”; Ho’oponopono, un método eficiente para resolver los problemas implica «enmendar un error, poner en orden, corregir»; Hakuna matata en suajili significa “no hay problema” y, el verbo hebreo que significa “perdonar” en la Septuaginta griega se traduce a veces como “dejar marchar”.
Cuando a una persona se le dificulta perdonar, se le asocia con distintos trastornos obsesivos, ansiosos y/o depresivos, ya que no resuelve los conflictos o problemas que dieron origen a fuertes sentimientos de injusticia, no suelta el rencor y se mantiene con ira contenida o reprimida iniciando indistintos ciclos de dolor mezclado con sentimientos de traición, impotencia y rabia.
Estos sentimientos y emociones sostenidos de manera prolongada se asocian con un mayor riesgo de enfermedad coronaria en personas sanas y un pronóstico desfavorable en aquellos que ya tenían antecedentes de enfermedad cardiaca. N. Gould de la Escuela de Medicina John Hopkins afirma, que para entender mejor el proceso del perdón debe revisarse primero el proceso de aferrarse a la ira que, al ser una forma de estrés, eleva los niveles de cortisol en sangre y activa el sistema de defensa de las personas manteniéndolas en alerta constante, lo que produce una elevación de la glucosa e insulina en sangre y el cierre de las vasos sanguíneos del sistema digestivo, produciendo problemas gástricos, además de alterar los neuroquímicos asociados al placer y la felicidad como la serotonina y la dopamina, entre otros.
En otras palabras, enojarse y ofenderse con facilidad producen problemas en el cuerpo que afectan la vida integral de las personas, como obesidad, diabetes, hipertensión y síndrome metabólico e incluso estas emociones se han asociado con algunos tipos de cáncer.
Estudios científicos evidencian que el aprender a perdonar sin esperar nada a cambio representa múltiples beneficios para la salud física, mental y espiritual de las personas y se ha asociado con una mayor inteligencia emocional.
De acuerdo con el sitio de internet jw.org perdonar significa “no seguir enojado ni guardar rencor o deseos de venganza cuando se sienta ofendido”, no es aprobar o minimizar una mala acción, ni hacer como que no pasa nada, sino “una decisión personal bien pensada que muestra un deseo sincero de buscar la paz y de establecer o mantener buenas relaciones con otros”.
Quien perdona es comprensivo al saber que todo el mundo se equivoca por lo que para perdonar se hace necesario desarrollar el amor y la tolerancia al modo de ser de cada persona y “dejar pasar” aquellas ofensas que a la larga se traducen en malestares múltiples de la salud integral.