¿QUÉ VIENE?
Por: SEAN OSMIN HAMUD RUIZ
En una definición de lo que conocemos como el contrato social, teorizado principalmente en su momento por Jean-Jacques Rousseau, se dice que, para vivir en sociedad, los seres humanos acuerdan un contrato implícito que les otorga ciertos derechos a cambio de abandonar la libertad de la que dispondrían en estado de naturaleza. Siendo así, los derechos y los deberes de los individuos constituyen las cláusulas de ese contrato social, en tanto que el Estado es la entidad creada para hacer cumplir el mismo.
Así pues y a estas alturas del partido, sigue valiendo la pena que preguntemos abiertamente, esperando una respuesta contundente y puntual, qué le ha hecho falta al Estado mexicano para actuar con responsabilidad, con autoridad, con firmeza, en esta pandemia que sigue teniéndonos agarrados de los pelos.
Y en el constructo de ese estado, donde conocemos tres niveles de gobierno (federal, estatal, municipal), los mismos han sido omisos, ausentes. Y ello no ha dependido de ideologías partidista o experiencia en el tiempo.
Los expertos internacionales, que sí están estudiando este fenómeno, que sí están buscando soluciones, nos anuncian que los descensos esperados en contagios se verán, si todo sale bien, hacia la segunda mitad del mes de febrero.
Algo debería decirnos del pensar y actuar de aquellas autoridades que están en su segundo contagio y seguramente andan buscando el tercero, aún poseyendo información privilegiada e instantánea de las características del tránsito de esta enfermedad, neceando en posturas que rayan en lo ridículo, por lo nimias de las explicaciones que se inventan.
Y así, en Colima estamos en semáforo color “verde” de riesgo sanitario, los conciertos y demás eventos masivos de las fiestas de la Villa van porque van y las vacunas a menores niños siguen sin estar contempladas en la estrategia nacional de vacunación. No se cuál sea tu caso, pero en el mío, ya me quedé sin círculos sociales de protección, pues en todos ellos ya han resultado amigos y conocidos, niños incluidos, con contagios. Todo “patas para arriba”.
En fin, a seguir cuidándonos, entendiendo que aún hay una condición de EMERGENCIA.
MICROCUENTO
Paso orgulloso, lleno de vanidad, sintiéndose a sus anchas. Todos mirando, atónitos, expectantes, con algo de temor, pero fascinados. Oronda, segura, regocijada en nuestra ignorancia y necedad, campea por todos lados. Hoy así se mueve entre nosotros la muerte.