En Dogma pasa el tren lleno de desaparecidos
Por: Ihovan Pineda
Como lo señalé en otro texto, la poesía es también nota roja, en ella no siempre tiene lugar el amor, la utilidad del poema permite tocar, pensar y decir otros escenarios, otros sucesos, otros acontecimientos, decir, como en Dogma (2020, Malpaís Ediciones), de Iván Cruz Osorio, otras heridas, otras vidas, otros fenómenos sociales que también lastiman, como la inseguridad y los desaparecidos, las desaparecidas que a casa nunca regresan. Dogma es, como uno de sus significados, la incertidumbre.
Dogma es la poesía del peregrinaje, del sujeto poético que busca y no encuentra, porque lo que se busca ya no está. Dogma camina, transita por el underground, por lo subterraneo, por las estaciones de un metro neoyorkino, donde en cada parada sucede algo y se escucha algo, se escuchan los pasos de la hija desaparecida, de los desaparecidos. Sobre los rieles va la muerte y allá abajo se escuchan los búfalos, los cuervos y los huesos, el silencio de los cadáveres. Allá abajo en los oscuro, dice el poeta, “un eco a cristal roto huye”.
En Dogma también tiene lugar la memoria, la memoria de quienes quedan de este lado, pero también la memoria de quienes ya no están, ¿por qué dónde queda entonces esa memoria, qué se hace con lo que nos queda, con lo que de ellos nos quedamos, y qué hacen ellos con lo que se llevan, tienen derecho a la memoria? ¿de qué manera los vivimos? «porque no tienes recuerdos pero tienes esa imagen que no te dejará” y a veces vale más no despertar “a los búfalos de la memoria” para hacer justicia, pero también, de esta forma se hace justicia.
En Dogma, como lo detalla el escritor y poeta Francisco Trejo, el tren es el espacio que reúne “a todas las clases sociales, y conduce hacia una misma dirección, al dolor o la muerte”, donde, señala, la voz lírica va de un lamento individual a un lamento colectivo. Así pues, hay toda una carga simbólica de lo urbano y de lo subterráneo que permiten las distintas interpretaciones y lecturas de este libro.
Hay en Dogna una estética oscura, a pesar de su trabajo cromático. Es también una poética polifónica en que se escuchan las historias y el siempre silencio. Es pues un homenaje a los desaparecidos(as) y nunca encontrados, en un viaje por la línea 6 de Nueva York, que va del Bronx a Manhatan. Es poesía politica y social que largamente ha trabajado Iván Cruz Osorio. Es también experimento del lenguaje y de las formas poéticas. Es una propuesta atrevida por conocedora, porque conoce las tradiciones literarias, las corrientes poéticas y los movimientos no sólo poéticos, sino político sociales, todo lo cual permite hacer una aportación a la poesía mexicana.