La Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó este 3 de marzo, Día Mundial de la Audición, a prestar atención al impacto económico y las intervenciones rentables que pueden ponerse en marcha para hacer frente al problema de la sordera.
Unos 360 millones de personas en el mundo padecen una pérdida de la audición que llega al punto de la discapacidad, 32 millones de ellos son niños.
En un nuevo informe dado a conocer hoy, la OMS resalta que el costo de no atender este problema asciende a 750 mil millones de dólares anuales a nivel global.
“La pérdida de la audición es un padecimiento de incidencia alta, pero puede prevenirse hasta cierto punto con medidas de salud pública. En los casos en que ocurre hay respuestas para que las personas puedan comunicarse,
acceder a educación y a empleos gracias a opciones disponibles”, señaló Shelly Chadha, experta de la OMS en el tema.
Entre los factores que contribuyen a la pérdida de la audición, la OMS citó los genéticos, las complicaciones en el nacimiento, ciertas enfermedades infecciosas e infecciones crónicas del oído.
También, está relacionado con el uso de ciertas drogas y la exposición a ruidos excesivos, así como a la vejez.
Medidas contra la pérdida de audición
Las instancias decisorias pueden actuar contra la pérdida de audición: destinando suficientes recursos; incluyendo la atención otológica y audiológica en los sistemas de salud; reforzando la capacidad en materia de recursos humanos; poniendo en marcha programas de detección e intervención tempranas; y concienciando a todos los sectores de la sociedad.
Actuar es costoeficaz
Se ha demostrado la costoeficacia de: prevenir la pérdida de audición mediante la protección contra los sonidos fuertes y la detección y el tratamiento de la otitis media (infecciones de oído).
Detectar precozmente la pérdida auditiva realizando pruebas a: recién nacidos; niños en edad escolar; adultos de más de 50 años
Proporcionar servicios de rehabilitación y apoyo para el uso continuado de audífonos aumentar el acceso a los implantes cocleares.
Causas de la pérdida de audición y la sordera
Las causas de pérdida de audición y sordera se pueden dividir en congénitas y adquiridas.
Causas congénitas Las causas congénitas pueden determinar la pérdida de audición en el momento del nacimiento o poco después. La pérdida de audición puede obedecer a factores hereditarios y no hereditarios, o a complicaciones durante el embarazo y el parto, entre ellas: rubéola materna, sífilis u otras infecciones durante el embarazo; bajo peso al nacer; asfixia del parto (falta de oxígeno en el momento del parto); uso inadecuado de ciertos medicamentos como aminoglucósidos, medicamentos citotóxicos, antipalúdicos y diuréticos; ictericia grave durante el período neonatal, que puede lesionar el nervio auditivo del recién nacido.
Causas adquiridas Las causas adquiridas pueden provocar la pérdida de audición a cualquier edad son algunas enfermedades infecciosas, como la meningitis, el sarampión y la parotiditis; la infección crónica del oído; la presencia de líquido en el oído (otitis media); el uso de algunos medicamentos, como los empleados para tratar las infecciones neonatales, el paludismo, la tuberculosis farmacorresistente y distintos tipos de cáncer; los traumatismos craneoencefálicos o de los oídos.
También la exposición al ruido excesivo, por ejemplo en entornos laborales en los que se trabaja con maquinaria ruidosa o se producen explosiones; la exposición a sonidos muy elevados durante actividades recreativas, como el uso de aparatos de audio personales a un volumen elevado durante períodos prolongados de tiempo, o en bares, discotecas, conciertos y acontecimientos deportivos; el envejecimiento, en concreto la degeneración de las células sensoriales; y la obstrucción del conducto auditivo producida por cerumen o cuerpos extraños. BP