En la película Premonición destaca lo trágico del destino

Con la proyección de la película Premonición en el auditorio del Centro Universitario de Estudios e Investigaciones sobre la Cuenca del Pacífico, continuó el Cuarto Ciclo de Cine Asiático, donde en esta ocasión la reseña del film corrió a cargo de Saúl Martínez González, quien en una amena charla con los asistentes, explicó los detalles importantes de este filme.

El comentarista dijo que Premonición es una producción interesante porque toca un tema muy sensible que vive todo ser humano, y que todos alguna vez nos hemos preguntado, cómo son los misterios de la vida y de la muerte, de esas cosas que van más allá de lo cotidiano y que nosotros de pronto podemos percibir con nuestros sentidos.

El director es Norio Tsuruta, quien nace en Japón y es uno de los destacados directores del género del terror, donde éste es más sobre fantasmas que de miedo. La cinta está basada en unos comics que tuvieron un fuerte impacto en aquel país asiático durante la década de los 70.

Saúl Martínez aseguró también que en sí el filme se trata de un hombre que tiene el poder de leer en los periódicos las noticias que ocurrirán, y que en cuanto al nombre o término premonición, es algo poco común, “esto significa un presentimiento, un presagio o una señal que puede no ocurrir, pero que siempre abre la posibilidad de que puede ocurrir”.

Destacó que Premonición se desarrolla en territorio japonés y se trata de una producción contemporánea que de cierta forma muestra lo que se pensaba allá en esa época y cómo va evolucionando el pensamiento de la gente con respecto a los ritos, las creencias, el misterio, el terror y las grandes preocupaciones del ser humano, como son la vida y la muerte.

Son cuatro los personajes principales, la mamá, el papá, la hija, quien viene a ser la víctima, y una médium, cuya principal función es recibir y comunicar mensajes extrasensoriales. “Uno de los sentimientos que más se sienten en la trama es el de culpabilidad, pues al igual que el protagonista principal el espectador puede ver el futuro, pero no lo puede cambiar; eso crea en este personaje esa culpa, como un tormento, así como un sentimiento de la fatalidad al no poder hacer nada ante las circunstancias que se van presentado, y no queda otra cosa que aceptar el destino”.

Por último, manifestó que de la misma manera está presente el tema del espiritismo, como un nexo entre los vivos y los espíritus, quienes pueden ver y prever lo que nosotros no podemos anticipar. La proyección termina como comienza, “es decir, trágicamente”.

Para concluir las actividades de este día, la coordinadora del Ciclo de Cine Asiático, Martha Loaiza Becerra, agradeció la intervención del comentarista e invitó a los asistentes a no faltar hoy miércoles 8 de junio, a las seis de la tarde al auditorio del Centro Universitario de Estudios e Investigaciones sobre la Cuenca del Pacífico ya que con esta proyección se dará por finalizado el ciclo, con la cinta El Castillo Vagabundo de Howl, que será reseñada por María Elena Romero.

 

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