El año pasado, el ascenso del bitcoin lo llevó a crecer más del 1000%, haciendo que otras criptomonedas también inflaran su valor.
Tremenda ola de hitos hizo que aparecieran muchos cripto-milmillonarios, que habían tenido la visión antes de invertir en la moneda digital.
Este año, sin embargo, la historia es diferente. El precio del bitcoin ha sufrido, en enero, un desplome sin precedentes que lo han privado de 50 mil millones de la capitalización del mercado que había logrado en poco tiempo.
El precio del bitcoin se ha estancado desde los picos alcanzados en diciembre, cuando todo parecía color de rosa. Al acabar el 2017, bitcoin superaba los 20 mil dólares, y otras criptodivisas también se contagiaban del entusiasmo con impresionantes progresos (Ethereum, Ripple, etc).
Hoy, bitcoin está en los 8 mil dólares en su semana más negra en años, y su declive parece haberle caído muy mal también al resto de criptomonedas. Si febrero será un mes mejor para el rubro es aún desconocido, y se antoja improbable: en los últimos días, la tendencia es a la baja.
Tal y como lo demuestra CoinMarketCap, 99 de las primeras 100 criptodivisas están en números rojos.
La criptomoneda está sufriendo por una serie de políticas regulatorias enérgicas en Asia y otros países, la explosión de ofertas de minado en intercambio de criptodivisas y una ola de fuertes suspicacias ante un mercado a veces manchado de operaciones fraudulentas y robos. Como si fuera poco, Facebook recientemente anunció que va a prohibir los anuncios promoviendo criptomonedas.
Daniel Meza
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, tecnología que suma.