El desafío en la atención del cáncer no es solo de carácter económico, sino también de la formación de mayores recursos humanos y de la responsabilidad que tiene el ser humano de proteger su salud, considera el profesor de alta especialidad de Hematopatología de la Facultad de Medicina (FM), de la UNAM, y director de Docencia del Instituto Nacional de Cancerología (INcan), Eduardo Emir Cervera Ceballos.
Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, que se conmemora el 4 de febrero, el especialista refiere que esta enfermedad y los tumores malignos oscilan entre la segunda y tercera causa de muerte en México. En la Sociedad Mexicana de Oncología solo están registrados cerca de mil 400 integrantes en sus diferentes variantes; es decir, uno por cada 90 mil habitantes.
Recuerda que la Secretaría de Salud reportó en noviembre de 2021, dos mil 202 oncólogos. “Seguramente esa cifra incluye a otros profesionales vinculados a la oncología, lo cual, si bien es un dato correcto, es inexacto. Los oncólogos médicos no rebasan los 500 integrantes; en cuanto a cirujanos oncólogos deben ser alrededor de los 700 u 800; y radio oncólogos no rebasan los 200, 250, sumados todos y vinculados, no llegan a mil 500”.
Lo anterior, aclara, expone las dimensiones de la magnitud de los profesionales que necesitamos formar en los próximos años. Y es que, según el reporte preliminar dado a conocer por el INEGI, el pasado 24 de enero, respecto de las defunciones registradas en México -durante el periodo enero-junio de 2022- los fallecimientos por enfermedades del corazón fueron la primera causa de muerte a nivel nacional, con 105 mil 864 casos. Siguieron las ocasionadas por diabetes mellitus, 59 mil 996; y por tumores malignos, 44 mil 533.
El también académico de pregrado de la FM manifiesta que el cáncer representa “no solamente sufrimiento, dolor y catástrofe financiera para el paciente y su familia, sino también un reto para las instituciones de salud y para la sociedad mexicana”.
Atención multidisciplinaria
Cervera Ceballos estima que también se requiere aumentar el número de hospitales, plazas de trabajo, adquisición de equipos, insumos, aceleradores lineales, equipos de diagnóstico, rayos X, ultrasonido, tomografía por emisión de positrones (PET). “Pero de qué nos sirve un edificio sin médicos, sin químicos, nutriólogos, sin físicos médicos, sin psicólogos, sin trabajadores sociales que puedan atender al paciente”.
Porque además la oncología es multidisciplinaria. Para el tratamiento de una mujer con cáncer de mama, más de 12 profesionales confluyen en su atención: el oncólogo médico, radio oncólogo, cirujano, enfermera, nutrióloga, psicólogo, etcétera; es un mundo que gira alrededor del paciente y que va más allá de destinar un recurso económico para eso, expresa.
El universitario urge a tomar conciencia de que los seres humanos tenemos la responsabilidad de nuestra propia salud: Tenemos que olvidar y desapegarnos de ese modelo paternalista; los lineamientos tienen que salir de uno mismo, debo cuidar mi nutrición y mis hábitos de higiene; evitar fumar, el tabaquismo es una causa de por lo menos ocho cánceres reconocidos, más allá del de pulmón. El tabaco mata a millones de seres humanos en el mundo.
Formación
Eduardo Emir Cervera detalla que actualmente la ANUIES contabiliza 160 escuelas y facultades del ámbito médico en el país. La carrera de Medicina dura cuatro o cinco años (porque depende de la institución donde se curse), más un año de servicio social; después se presenta el Examen Nacional para Aspirantes a Residencias Médicas, y si se trata de Oncología Médica se deben concluir estudios previos de Medicina Interna que duran dos años.
Hablaríamos entonces de ocho a nueve años de formación (de acuerdo con la especialidad oncológica), para después facultarse en oncología médica (tres más). Por lo tanto, luego de la preparatoria, quienes aspiran a ser médico y oncólogo en cualquiera de las variantes médicas de la Oncología -médica, quirúrgica, radio o ginecológica- tendrán que dedicar 13 años o más, abunda.
Reto mayúsculo
Es requisito indispensable fomentar la educación médica de todo tipo, desde nivel de pregrado hasta posgrado, y estos desafíos son de hoy para hoy, no para mañana, acota. “Si nosotros no formamos a los médicos que van a contener dentro de cinco, ocho, 10, 15 años, claramente este rezago, esta brecha entre la formación de recursos humanos y la estructura se va a ampliar”, anticipa el experto.
Sitios geográficos podrían quedar desprovistos de profesionales de la salud, como es el caso de algunos estados de la República como Baja California Sur o Quintana Roo. En Chetumal no se cuenta con un solo oncólogo médico, ni radio oncólogo, hay solo un cirujano oncólogo, y un gineco oncólogo para la capital quintanarroense, entonces este es un reto mayúsculo, apunta.
Oferta universitaria
La UNAM, a través de la División de Estudios de Posgrado, brinda el mayor número de programas de especialización en el país. Cuenta con 78 especializaciones médicas (entre estas Oncología Médica y Oncología Pediátrica), de las cuales 24 son de ingreso directo mediante el Examen Nacional para Aspirantes a Residencias Médicas; los 54 restantes son de entrada indirecta y requieren de estudios previos de especialización.
Algunos de estos programas son exclusivos de la Universidad Nacional y se imparten en las mejores instituciones mexicanas de salud, pues la División cuenta con 106 sedes académicas donde se ofrecen 601 cursos de especialización.
La Oncología Médica es una de las especialidades con duración de tres años; requiere dos años previos de Medicina Interna. Se imparte en siete hospitales de México, entre estos el INCan. Para el caso de Oncología Pediátrica se puede cursar también en siete nosocomios; se necesitan tres años previos de Pediatría.
Asimismo, la Universidad de la nación cuenta con la especialización de Enfermería Oncológica, tutelada por la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia, así como diplomados como Odontología Oncológica en la Facultad de Odontología.
Efeméride
A partir de 2010 la Organización Mundial de la Salud, el Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer y la Unión Internacional Contra el Cáncer establecieron el 4 de febrero como Día Mundial contra el Cáncer, con el objetivo de fomentar acciones de prevención y detección oportuna de los distintos tipos de esta enfermedad para reducir los fallecimientos por esta causa.