Un enorme incendio azotó el domingo el Museo Nacional de Río de Janeiro, de 200 años de antigüedad, que posee una colección de más de 20 millones de artículos que van desde hallazgos arqueológicos a objetos de valor histórico.
La destrucción del edificio, que alguna vez fue un palacio de emperadores, representa una “pérdida incalculable para Brasil”, dijo el presidente Michel Temer en un comunicado. “Se perdieron 200 años de trabajo, investigación y conocimiento”, expresó Temer.
No había información disponible a última hora del domingo sobre la posible causa del siniestro, si se registraron víctimas o la magnitud del daño. Los bomberos de la ciudad no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Imágenes de televisión en vivo mostraban el incendio, que comenzó después del final de las horas de visita a las 17.00 hora local, ardiendo fuera de control en todo el edificio en medio de la noche.
El museo, vinculado a la Universidad Federal de Río de Janeiro y al Ministerio de Educación, fue fundado en 1818. Alberga varias colecciones históricas, que incluyen artefactos egipcios y el fósil humano más antiguo encontrado en Brasil.
El museo había sufrido años de negligencia por parte de numerosos gobiernos, dijo el vicedirector de la institución, Luiz Duarte, a la cadena de televisión Globo el domingo por la noche.
“Nunca recibimos nada del gobierno federal”, dijo Duarte. “Recientemente concretamos un acuerdo con (el banco estatal de desarrollo) BNDES para una gran inversión, para que finalmente pudiéramos restaurar el palacio e, irónicamente, habíamos planeado un nuevo sistema de prevención de incendios”, agregó.
