Colima.- De manera póstuma, la Universidad de Colima entregó la medalla “General Lázaro Cárdenas del Río”, por sus méritos y cualidades humanísticas, al maestro universitario, distinguido jurista y servidor público, Guillermo Ruelas Ocampo, en uno de los eventos más destacados de la conmemoración por el 80 aniversario de esta Casa de Estudios, que se realizó ayer miércoles en la Pinacoteca Universitaria.
En su intervención, el rector José Eduardo Hernández Nava comentó que, “por su vocación de excelencia, por la docencia que ejerció hasta el último día de su prolífica vida; por sus aportaciones a la comunidad jurídica y particularmente a la UdeC, es un gran honor otorgar la Medalla ‘General Lázaro Cárdenas del Río’ al maestro universitario, distinguido jurista y servidor público Guillermo Ruelas”.
El rector dijo que el homenajeado “fue una persona que entendió y compartió el verdadero sentido del Derecho y la justicia, y a quien numerosas generaciones le han reconocido su valor y ejemplo, haciéndole homenajes en reconocimiento a la grandeza de su espíritu”. Ruelas Ocampo, añadió, “fue un protagonista de la historia universitaria y una pieza clave del desarrollo institucional, al participar de manera decidida en sus órganos de gobierno”.
Dijo que Ruelas Ocampo “tuvo en vida la dimensión humana de los intelectuales mexicanos: la sencillez de los grandes maestros y la generosidad de los elegidos por Dios. Expresaba que el derecho es un universo mucho más amplio que las meras letras y palabras de las leyes, y que ejercerlo demanda pensamiento lógico y, por encima de todo, compromiso con la justicia social”.
Así pues, añadió, al distinguir de manera póstuma a Guillermo Ruelas Ocampo “por sus méritos y cualidades humanísticas, así como por sus aportaciones a la comunidad jurídica y particularmente a la UdeC, esta Casa de Estudios refrenda su identidad con el pensamiento y la obra de grandes hombres e instituciones que, como Lázaro Cárdenas, diseñan y establecen las nuevas rutas del país y toman plena conciencia de que la educación en todos los niveles y formas, es el elemento regulador de la conciencia nacional”.
Por último, dijo que lo que el doctor Guillermo Ruelas hizo fue sembrar, “y hoy Colima está cosechando muchas de las semillas que, a lo largo de sus 80 años de vida, él fue dejando para el bien del estado y de la propia Universidad de Colima”.
El encargado de dar lectura a la semblanza del homenajeado fue Enoc Francisco Morán Torres, director de la Facultad de Derecho, quien dijo que Ruelas Ocampo tenía una historia compartida con la Facultad de Derecho, pues se formó en sus aulas y además él formó, por más de cinco décadas, a jóvenes juristas y abogados.
Enoc Morán agregó que Ruelas Ocampo, “antes que ser un excelente directivo y el gran hombre de acción y de gobierno, ha sido un gran maestro, un hombre enamorado de la asiduidad, dedicación, puntualidad y pasión por el saber en las aulas de nuestra Faculta Iuris”. Fue, dijo por último, “una persona excepcional, profundamente humana, con gran sensibilidad ante los problemas que aquejan a nuestros estudiantes
Posteriormente, la lectura del documento que emitió la Comisión Dictaminadora para otorgar esta medalla a Guillermo Ruelas Ocampo fue llevada a cabo por Ada Aurora Sánchez Peña, integrante de dicha comisión, quien señaló que este reconocimiento le fue otorgado “en atención a sus méritos y cualidades humanísticas, así como por sus relevantes aportaciones a la comunidad jurídica y a la Universidad de Colima”.
En nombre de la familia del homenajeado, el magistrado Bernardo Salazar Santana, presidente del Supremo Tribunal de Justicia en el Estado, resaltó que Ruelas Ocampo no sólo era un experto en Derecho, con opiniones profundas y bien documentadas, sino además “un hombre de sabiduría; esa clase de magisterio es invaluable, pues a nuestro juicio, un maestro no sólo debe instruir en una materia, sino brindar aproximaciones variadas a diversos temas, suscitando inquietud intelectual y ansias de aprendizaje”.
De Ruelas Ocampo destacó, además, su cultura general, su gusto por la lectura, la música; “todo aquello que se combinaba con una inteligencia sólida pero refinada por el instinto pedagógico. Resultaba invaluable en el salón de clase, y no sólo allí, pues hay maestros que trascienden los cubículos y se prolongan en el acontecer de todos los días. Maestros de vida, podríamos llamarles, no sólo de aula”.
Tal combinación de cualidades intelectuales y personales, destacó el magistrado, “serán difícilmente recuperadas en otros ejercicios magisteriales, pero imponen un ejemplo a seguir que ojalá sea retomado por maestras y maestros de nuestro tiempo y circunstancia. Este reconocimiento póstumo es muy merecido porque fue ésta, sin lugar a dudas, su auténtica vocación, pues jamás, desde sus inicios en 1967 y hasta el día de su lamentable deceso, abandonó su labor como docente”.
En su turno, el gobernador José Ignacio Peralta Sánchez dijo sentirse muy honrado de participar en la entrega póstuma de esta medalla a Ruelas Ocampo: “Nos sumamos a este reconocimiento a uno de nuestros grandes juristas, con una fértil trayectoria en la docencia, las actividades académicas, las funciones judiciales, la procuración de justicia, la presidencia de importantes instituciones de la entidad y el ejercicio libre de su profesión. Pocos colimenses pueden ostentar esta fértil trayectoria profesional y de vida”, comentó.
Asimismo, Peralta Sánchez dijo estar seguro de que “en cada escuela universitaria encontramos ejemplos de vidas similares, mujeres y hombres que se dedican a la vida académica como ejemplo coherente y edificante para las generaciones que pasan por sus aulas. No se trata de algo sencillo, resaltó, pues la actividad docente exige de mucha dedicación en lo intelectual y espiritual, como también de la sujeción de la propia vida a patrones de excelencia en lo familiar y personal, considerando que los maestros lo son por siempre”.
Motivo por el cual, dijo el gobernador, “las actuales generaciones de estudiantes deben volver su mirada a estas trayectorias marcadas por la honradez, la diligencia, la ética profesional y el estudio, pues representan una vida fértil y provechosa para la comunidad”.
Para finalizar, mencionó que generar esta visión ética y poner ejemplos dignos de ser imitados “es otra de las funciones de la escuela en todos los niveles, pero sobre todo de las aulas superiores, pues también significa educar, y es lo que está logrando la Universidad de Colima”.
También estuvieron en la ceremonia: Karen Hernández, presidenta del Congreso del Estado; Salvador Alvarado en nombre de la 20 Zona Militar; Jesús Ortiz por la Sexta Región Naval; Alicia López de Hernández, presidenta del Voluntariado Universitario y directora general del Cedefu; los ex rectores Fernando Moreno, Carlos Salazar, Miguel Ángel Aguayo y Ramón Cedillo; los líderes de los sectores o pilares universitarios y la señora María Eugenia Santana Dueñas, viuda del homenajeado.