La policía interceptó supuestas bombas enviadas al expresidente de Estados Unidos Barack Obama, a la excandidata presidencial Hillary Clinton y a otros demócratas de alto perfil, en lo que funcionarios de Nueva York calificaron el miércoles como un acto de terrorismo.
En medio de la profunda polarización que vive el país, los paquetes generaron un nuevo nivel de tensión antes de los comicios del 6 de noviembre, que determinarán si los demócratas pueden desafiar las mayoría de la que gozan los republicanos del presidente Donald Trump en el Congreso.
La oficina de CNN en Nueva York también recibió un artefacto que parecía una bomba casera, lo que llevó a la policía a evacuar el edificio. El gobernador estatal, el demócrata Andrew Cuomo, afirmó que a su oficina también llegó un paquete sospechoso. CNN reportó que Eric Holder, que fue fiscal general con Obama, fue igualmente uno de los objetivos.
Los dispositivos enviados por correo tenían la apariencia de bombas de fabricación casera, aunque expertos dijeron que no había indicios de que los dispositivos improvisados pudieran ser detonados a distancia.
Una explosivo similar fue entregado a principios de semana a la casa de George Soros, un destacado donante del Partido Demócrata. Nadie se ha atribuido la responsabilidad por los envíos.
“Esto es claramente un acto de terror que intenta minar a nuestra prensa libre y a los líderes de este país a través de actos de violencia”, dijo el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, en una conferencia de prensa.
Trump condenó lo que calificó como “actos viles” y se comprometió a llevar ante la justicia a los responsables. Y, aunque generalmente lanza ataques partidistas contra los demócratas, también lanzó un raro llamado a la unidad.
“En estos tiempos tenemos que unirnos, juntarnos y enviar un mensaje claro, fuerte e indiscutible de que en Estados Unidos no hay lugar para los actos o amenazas de violencia política de ningún tipo”, dijo en la Casa Blanca.
“Estamos extremadamente irritados, molestos y descontentos con lo que hemos visto esta mañana y llegaremos hasta el final”, agregó.
Todos los destinatarios son objetivos habituales de las críticas de la derecha y de Trump.
Como por ejemplo, partidarios de Trump han expresado abiertamente críticas hacia Soros al involucrarlo en teorías de conspiración antisemitas acerca de que forma parte de un esfuerzo secreto de las élites para controlar el mundo.
Alexander Soros, su hijo, dijo en un artículo de opinión publicado en The New York Times que su padre lleva tiempo sufriendo críticas y amenazas verbales por su implicación en política, “pero algo cambió en 2016” con la elección de Trump.
“Antes, las críticas que sufrió se ceñían sobre todo a los márgenes extremistas, entre supremacistas blancos y nacionalistas que buscaban minar los fundamentos mismos de la democracia. Pero las cosas empeoraron con la campaña presidencial de Donald Trump”, escribió.
Si bien responsabilizó de forma directa a los que enviaron los paquetes, señaló: “No puedo separar esto de la nueva normalidad de demonización política que nos asola hoy día”.
PAQUETES RECUPERADOS
El paquete para Clinton fue localizado en la noche del martes, mientras que el destinado a Obama fue hallado el miércoles temprano, ambos durante registros rutinarios del correo, señaló el Servicio Secreto. Ni Obama ni Clinton corrieron riesgo, precisó.
La policía interceptó lo que parecía ser un artefacto explosivo y un sobre con polvo blanco en el edificio Time Warner Center, donde está la oficina de CNN en Nueva York, informó el comisionado policial James O’Neill en una conferencia de prensa. Los expertos estaban analizando si el polvo es una sustancia peligrosa, indicó.
CNN es un objetivo frecuente de Trump, que califica de manera habitual a los medios como “enemigos del pueblo” y a la cobertura crítica como “noticias falsas”.
Los medios reportaron la intercepción de más paquetes, al parecer dirigidos a la legisladora Debbie Wasserman Schultz, expresidenta nacional del Partido Demócrata.
Su oficina fue evacuada después de que llegó al correo un paquete sospechoso, reportó WFOR-TV en Miami, citando a la policía local. CNN indicó que el envío estaba dirigido a nombre del exfiscal general Holder, pero fue mandado a una dirección equivocada y devuelto a la oficina de Wasserman Schultz.
En las semanas posteriores a los ataques del 11 de septiembre de 2001, fueron enviadas esporas de ántrax a medios de comunicación y a dos senadores, causando la muerte de cinco personas e infectando a otras 17.