COLIMA.- El rector de la Universidad de Colima, Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño, señaló que aunque se podría decir que la gente se acostumbró a la mediación tecnológica, era absolutamente necesario el regreso presencial a la máxima casa de estudios, considerando que hay dos retos que se deben superar luego de estos dos años y medio: rezagos en áreas de conocimiento, así como la retención o no deserción de estudiantes.
«Para los saberes prácticos de los estudiantes cuando menos en media superior, superior y posgrado que ofrecemos nosotros, era fundamental que pudieran venir a la universidad. También yo lo vería absolutamente necesario para nuestras maestras y maestros, que aunque se capacitaron muchísimo en mediación tecnológica, también es fundamental el contacto cotidiano en el aula, laboratorios, auditorios, con nuestros estudiantes».
En entrevista con AFmedios, el rector consideró que también en la parte emocional, este regreso es benéfico porque el ser humano es social por naturaleza y el hecho de venir a una colectividad con la que se identifica, con la que se integra, contribuye en su desarrollo.
«Era necesario el regreso particularmente para los estudiantes de nuevo ingreso y aquellos estudiantes que ahora van en tercero o quinto, que gran parte de la trayectoria que llevan resuelta, hasta ahora lo habían hecho con mediación tecnológica, lo habían hecho de manera virtual; entonces lo que identificamos es una gran alegría, una gran satisfacción y una expectativa renovada, una expectativa muy grande, importante».
Torres Ortiz Zermeño, resaltó que en esta máxima casa de estudios se tiene un protocolo de seguridad sanitaria, que se ha venido modificando en la medida en que la pandemia por COVID-19 avanzó estos dos años y medio.
Estableció que se trata de un protocolo afianzado y asimilado por la comunidad universitaria, por lo que es común que cuando se está en espacios de la máxima casa de estudios es normal observar el uso de cubrebocas, la sana distancia hasta donde se puede mantener, estar en espacios abiertos, con ventilación cruzada, sobre todo el uso de gel o desinfectante y el lavado de manos de manera frecuente.
«El inicio de este semestre ya no tuvimos que reiterarlo tanto, trabajadores y estudiantes lo venían viviendo, lo venían experimentando y son medidas que cuando menos en la universidad, podría afirmar que están muy bien interiorizadas».
Retos que tiene la UdeC al regreso de pandemia
El rector estableció que se han identificado dos importantes retos en este regreso presencial a la Universidad, que tienen que ver con la función sustantiva de la universidad; particularmente la enseñanza la docencia.
«Uno que está claro, ya lo hemos identificado, lo hemos diagnosticado con el examen Ceneval (Centro Nacional para la Evaluación de la Educación Superior) que hacen de nuevo ingreso y con otros instrumentos que tenemos que trabajar muchísimo, un rezago que presentan las últimas dos o tres generaciones, es decir las que se vieron impactadas con el COVID, tenemos que trabajar mucho en lecto-escritura y habilidades cuantitativas».
Manifestó que se ha identificado un rezago de los jóvenes que vienen en estas generaciones con respecto de generaciones anteriores y eso va a implicar además de la formación habitual de los estudiantes, ayudarles en ese tipo de capacitaciones, ese tipo de aprendizajes.
Dijo que lejos de adicionar cargas para trabajar con estos temas, lo que se hará a partir de este y el próximo semestre, es incorporar estos aprendizajes a las temáticas regulares que ya se ven en sus cargas convencionales.
«Otro reto muy importante para la universidad, para la educación superior de nuestro país y para nuestro país es la retención, hemos venido revisando notas, viendo noticias, que hubo una deserción muy importante en todo el sistema educativo, en unos más que otros; decir que en el caso nuestro y eso nos da mucha tranquilidad y mucho compromiso, la deserción que hemos experimentado es prácticamente la deserción convencional, es decir no está agudizada por la pandemia».
No obstante, el desafío es que en el tránsito de este semestre al siguiente, no se tenga una deserción más allá de la que habitualmente tiene la universidad.
«En ese sentido tenemos que trabajar muchísimo con los jóvenes, estar cerca de ellos porque no solo tienen necesidades académicas, están teniendo de manera muy frecuente necesidades emocionales y sobre todo necesidades económicas, que impactan directamente en su estabilidad, que impactan directamente en la posibilidad de mantenerse estudiando en la Universidad de Colima o en cualquier otra institución educativa».
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