Por Edgar Cazares
*Las campañas políticas para la renovación de la gubernatura están por llegar a su primer mes. Y si bien de momento han estado exentas de polémicas notorias también es cierto que se puede apreciar cierto desánimo entre el electorado.
En otros años, en otras circunstancias, se veía otro humor entre la sociedad, algunos de ellos tomándose casi a personal tal periodo. No fueron pocos los procesos en este nuevo siglo que se vivieron como una auténtica fiesta cívica: mucha gente lucía presuntuosos la calca, playera o gorra de su candidato favorito.
Sin ir muy lejos había gente que prefería perder amistades que su fé en determinado proyecto político, del candidato de sus preferencias.
Habrá quien diga que la indiferencia ciudadana hacia el proceso actual provenga de la pandemia pero para ser sinceros no es otra cosa más que fiel reflejo y consecuencia de los escasos, sino es que nulos, resultados a favor del ciudadano promedio.
Porque a pesar de todo el nivel de la gente no ha mejorado sustancialmente como la nueva generación de políticos prometió, los niveles de violencia lejos de aminorarse van en aumento e incluso los casos en la materia además de ser más numerosos suelen llegar a ser hasta dantescos y ni que decir de la vida diaria de la población que se ve obligada a pagar servicios e insumos cada vez más caros.
La idea no es culpar a alguien en particular pero tampoco expiar o justificar a quienes prometieron una nueva realidad.
La población, y en lo particular un servidor como hombre de ideas, tiene derecho a exigir lo que prometió la nueva oleada de funcionarios que arribaron, efecto del tsunami lopezobradorista, hace 3 años.
A los políticos de la nueva generación no les gusta esto último y han dado muestras a diestra y siniestra de ello. Por esto último fundamentalmente el fervor de los votantes anda muy bajo y lo que le sigue. Se entiende, la gente ya ha probado de todas las fórmulas y la revolución sigue sin hacerles (hacernos, dijo el otro) justicia. ¿cómo le podrán garantizar a la gente que esta sí es la buena?.
*En Manzanillo los de MORENA tienen 2 sopas como ya lo había dicho con antelación: su candidata a la presidencia municipal será Griselda Martínez (quien imagino es capaz de pelearse con su sombra o con su reflejo en el retrovisor de su muy custodiado vehíuclo) o Rosy Bayardo.
También lo había citado tal situación les pone en una auténtica encrucijada. Aunque para mal. Porque es tanto como escoger entre Guatemala o “Guatepior”.
No obstante en días recientes ha corrido como reguero de pólvora que la primera será la ungida lo cual suena muy lógico puesto que la diputada federal es parte del equipo de Indira Vizcaíno y se sobreentiende que dicho flanco no puede aspirar a quedarse con todo el pastel.
Habrá que ver cómo funciona un potencial tándem Griselda-Indira ya que de momento a la de Cuauhtémoc no solo le han hecho la vida (política, claro) de cuadritos desde Juárez No. 100 sino que mutuamente se han emprendido una campaña de fuego amigo. Ver para creer.
*La campaña de Fuerza X México ha pasado casi desapercibida excepto por las declaraciones de alto impacto que ha realizado su cara más visible, Claudia Yáñez (candidata a gobernadora de este partido que por lo visto y el pobre nivel de sus activos debe tener como gran objetivo conservar el registro), quien con razón pide que haya piso parejo en esta competencia donde los de MORENA a nivel estado han mostrado sobradamente cualquier cantidad de recursos económicos.
No obstante me parece un severo despropósito que los eventos de Fuerza X Mérito terminen invariablemente en batucada: la gente no tiene nada que festejar con los resultados de sus gobernantes, porque no debemos olvidar que Claudia Yáñez sigue siendo diputada federal, y peor aún tomando en cuenta la gran cantidad de muertos, con sus consecuente luto, que el COVID-19 ha dejado en Colima.
Pero como el dinero no es de ellos sino de la población, vía impuestos, Colima bien vale un carnaval a pesar del cruento entorno.
Apuntes desde la costa
*No es que este apartado sea destinado a manera de obituario. Pero sí que me permite descargar ciertas anotaciones personalísimas.
Para muchos podrá parecer algo simple pero para mí y mi familia hubo una noticia triste en días recientes: murió nuestra amada mascota gatuna, Sparky, quien llevaba en casa más de una década.
La peludita llegó a nuestras vidas por azares del destino. Un día simplemente la encontraba por casualidad fuera de casa, maullando por comida, atenciones pero sobre todo cariño.
Por sus modales y pelaje supuse que era un animalito con dueño pero por más difusión que le dí a su caso éste último nunca apareció y sparky ya no se separó de mí.
Primero, como ya lo dije, noté que su interés era su hambre aunque al paso de los días, en su época de mayor vigor, tuvo el valor de querer entrar a casa para ya no irse nunca. En su juventud percibí su ánimo de agradecimiento pues no había semana en que no dejará a la entrada un obsequio para la familia.
A pesar de sus finos modales no dejaba de ser una cazadora furtiva. Ya en estos últimos meses su salud y vigor amainó notoriamente por lo que ya esperaba lo peor. Pese a eso nunca esperé que se marchara súbitamente. Un auto la atropelló y no quedó más remedio que darle el último adiós.
Es por eso que me resisto a adoptar a animalitos porque perderlos duele tanto como dejar ir a un ser querido. No obstante me quedo con el cariño que nos prodigó a patitas llenas.
Gracias por su fina atención. Comentarios a edgar.cazares.afmedios@gmail.com