Jalisco.- A pesar de que el escolta del alcalde y la victima eran amigos desde la infancia esto no detuvo al guardaespaldas perteneciente a la Comisaria de Seguridad Pública de Juanacatlán para sacar su arma de cargo y matar de varios impactos a un civil.
Los hechos ocurrieron en las afueras de club deportivo Reforma, ubicado en la calle Reforma número 66 y la calle de Pensador Mexicano en la cabecera municipal, donde después de un partido de futbol, surgió un altercado que terminó en tragedia.
Fue al filo de las 20:05 horas cuando los elementos de la policía municipal recibieron un reporte de diversos disparos de bala en el sitio al llegar los patrulleros encontraron a dos personas tiradas mal heridas con impactos de arma de fuego.
Minutos después los paramédicos se trasladaron al sitio donde confirmaron que ambas personas ya habían muerto, pero una de ellas era un guardaespaldas del mismo alcalde José Castorena.
En el lugar estaban familiares de la víctima y el agresor quienes también se liaron a golpes reclamándose del porqué el funcionario había matado a su familiar.
“Yo estaba arriba del carro estaba con mis tres hijos quienes vienen a jugar cada ocho días (domingo) pero desde hace varios días ya tenían pleito con el otro muchacho y en esta ocasión, se liaron a palabras, de pronto escuche los disparos, trate de salirme del carro de mi hijo pero estaba la puerta atrancada, cuando me pude bajar los dos estaban muertos, pero no razono los dos eran amigos desde chiquitos”, dijo Leticia López Robles madre del policía muerto.
Mientras que la madre de la víctima dijo que su «hijo era agresivo y que si lo buscaban lo encontraban pero que los escoltas del presidente siempre han sido muy prepotentes y ahora terminó en esto».
Al presentarse el agente del Ministerio Público junto con los peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses contabilizaron ocho casquillos y una pistola del calibre .9 milímetros, que estaba con el escolta.
Los fallecidos en esta gresca fueron Mario Martínez Aguilar, de 26 años, quien vivía en la calle de Profesora Martha Hernández Loza, número 28 en el centro de Juanacatlán. Mientras que el guardaespaldas fue identificado como Eduardo Jiménez Loza, de 29 quien vivía a pocas cuadras del lugar del crimen.
Agentes investigadores también aseguraron un automóvil de la marca Dodge Stratus en color blanco sin placas de circulación solo con un engomado con las letras JDZ-3473 de Jalisco y una motocicleta de bajo cilindraje de color rojo que tampoco contaba con la placa.
Los cadáveres de los ahora extintos fueron retirados por los expertos en criminalística para ser llevados al Servicio Médico Forense donde se les practicara la autopsia correspondiente.
“El civil tenía tres impactos de bala uno en cabeza, tórax y abdomen, mientras que el policía contaba con un orificio de arma de fuego en el cráneo”, explicó un policía municipal.
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