El calentamiento global del planeta está en pleno desarrollo: se rompen récords de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera; prevalece una imparable tendencia antropogénica del uso intensivo de combustibles fósiles, generación de energía contaminante, actividad industrial y un estilo de vida que destruye nuestro entorno, afirmaron especialistas del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático, de la UNAM.
Y aunque el tema está en algunos discursos, aún no llega a agendas de políticas públicas eficientes que lo consideren; por ejemplo, entre las propuestas de las candidatas y el candidato a la presidencia de la República, indicaron.
“El calentamiento global del planeta es el problema más urgente que la humanidad tiene para resolver sobre su propia sobrevivencia, pero falta una intersección entre la política y la ciencia”, afirmó Gay García, investigador y responsable del Departamento de Ciencias Atmosféricas.
Durante la conferencia de prensa a distancia Estado del clima global y en México; en marzo alta temperatura rompe récord, Graciela Binimelis de Raga, investigadora del Grupo de Interacción Micro y Mesoescala, señaló que continúan las emisiones de GEI como dióxido de carbono (CO2) y metano (CH4), y siguen en aumento sus concentraciones en la atmósfera.
La especialista explicó que la temperatura del planeta es el resultado de un equilibrio entre la energía que llega del Sol y la que produce el planeta; sin embargo, la creciente concentración de GEI emitidos por actividades humanas, desde el inicio de la era industrial, ha resultado en un desequilibrio.
Y añadió que lo anterior constituye un “forzamiento radiativo” y se estima a partir del forzamiento de cada uno de los diferentes componentes antropogénicos (gases, partículas de aerosol, nubes y cambios a la superficie).
Binimelis de Raga dijo que el forzamiento radiativo resulta en aumento de la temperatura promedio global en la superficie del mundo. “Dado que las emisiones han continuado, el planeta se sigue calentando”.
Datos de México
En el caso de nuestro país, se ha observado que la temperatura anual del aire, hasta finales de 2021, se ha elevado 1.69 °Celsius con respecto a inicios del siglo XX.
El incremento y la tasa de aumento en la temperatura promedio anual del aire son mayores que el promedio global. “La tasa de aumento de la temperatura promedio anual es heterogénea, con valores mayores en el norte y el sureste”, detalló Binimelis de Raga.
En tanto, el de la temperatura tampoco es homogéneo a lo largo del año, siendo mayor en otoño y primavera, y menor en invierno y verano.
Respecto a cambios observados en la precipitación en nuestra nación, la investigadora anotó que el promedio de la anual en el territorio ha ascendido a una tasa de 3.1mm/mes por siglo desde inicios del siglo XX.
El cambio en la precipitación es altamente heterogéneo; ha disminuido en regiones del norte y aumentado en el centro y sur, comentó.
En tanto, Benjamín Martínez López, investigador del Grupo de Cambio Climático y Radiación Solar, pronosticó que la Ciudad de México tendrá aproximadamente 25 por ciento menos lluvias al año 2100.
Destacó que aún no se observan condiciones El Niño con tendencia hacia el enfriamiento. Se espera una transición de este fenómeno a una fase neutra en el periodo abril-junio, mientras se incrementa la posibilidad de que se presente otra a condiciones La Niña en el periodo junio-agosto.
A su vez, Gay García sostuvo: lo que científicos sabían hace años se vuelve más contundente en el sentido de que la Tierra se calienta; el océano lo hace significativamente; además del 1.4 de calentamiento que consigna la NASA, las 425 partes por millón de concentración de CO2 y que sigue en aumento el deshielo de más de 12 por ciento por década, a partir de 1979.
“La temperatura es básica y nos da una idea de cómo se están afectando otros fenómenos que dependen de ella, como la precipitación, que recientemente ha disminuido notablemente en nuestro país”, concluyó.