El estrés en los alumnos se ha vuelto tan cotidiano que incluso lo han normalizado, lo cual resulta preocupante para quienes han estudiado este problema, ya que no sólo tiene un impacto psicosocial, sino que puede generar enfermedades en su adultez.
Sara Lidia Pérez Ruvalcaba, profesora-investigadora de la Facultad de Psicología de la Universidad de Colima, ha indagado sobre este tema por más de 20 años y reconoce que actualmente los estudiantes no cuidan su salud: “En el 2000 reconocían que estaban estresados y procuraban tiempo de esparcimiento y relajación, pero ahora usan ese tiempo en las redes sociales, en estar con los amigos, y esto impacta en su salud”, comentó.
Pérez Ruvalcaba comentó que hay dos tipos de estrés: el que permite seguir adelante con planes, que te hace trabajar o saltar del bongi, y aquel que bloquea la capacidad de seguir adelante, que no se puede controlar. Este último, afirmó, “si no se sabe controlar, podría ser la punta del iceberg que desencadene enfermedades”.
“Cuando una persona está bajo estrés crónico percibe un deterioro en su calidad de vida, de aquí la importancia de saber manejarlo y hacer actividades que alarguen la percepción del tiempo, esto es, que pase más lentamente realizando actividades que permitan resolver el problema”, explicó.
Por ejemplo, el estudio realizado por esta investigadora a estudiantes de Argentina, Costa Rica, Chile y México, arrojó que las razones por las cuales los estudiantes se estresan son la injusticia de la autoridad y las evaluaciones, y que los síntomas son preocupación y tensión muscular, mientras que las estrategias más frecuentes para el afrontamiento son escuchar música y el arreglo personal.
Sin embargo, la investigadora comentó que “éstas no son estrategias para afrontar el estrés; de hecho, nos dimos cuenta de que muchos de los jóvenes lo hacen para estar en grupo y no para manejar el estrés”.
Por último, la académica de la Facultad de Psicología sugirió que se apliquen medidas en los centros educativos para manejar el estrés: “No necesitamos controlarlo sino manejarlo, porque los estresores siempre estarán. Si continuamos pensando que el estrés es normal, esto puede tener consecuencias en los estudiantes a más temprana edad. Tenemos que ocuparnos en modular el estrés y cuidar la alimentación”, finalizó.