Colima.- Lo más probable es que las explosiones del volcán de Colima continúen hasta alcanzar su máxima energía y después comenzarían a descender de intensidad, así lo informó Raúl Arámbula Mendoza, encargado del Centro Universitario de Estudios e Investigaciones de Vulcanología (CUEIV).
“Lo más probable es que sigamos manteniendo estas explosiones, lo que pensamos es que vamos a llegar a un nivel donde vamos a tener la máxima energía de una explosión y de ahí nos vamos a ir para abajo”.
Lo anterior se informó en una conferencia de prensa dirigida por Arnoldo Ochoa González, secretario de Gobierno.
En el evento hubo representantes de los tres niveles de Gobierno, entre estos, la Secretaría de la Defensa Nacional, Secretaría de Marina, Policía Federal, Conagua, SCT, Salud, Seguridad, Desarrollo Urbano, Protección Civil, DIF, el Comité Científico Asesor de la Universidad de Colima.
El comparativo del investigador Arámbula Mendoza es con la actividad explosiva de este coloso ocurrida en el 2005, cuando se registró una explosión con una columna eruptiva de más de 8 kilómetros de altura con respecto del cráter y flujos piroclásticos en diferentes direcciones.
“Esto todavía no lo vemos, es por eso que aunque el volcán está activo, es una etapa que hemos observado en años pasados”.
En comparación con ese periodo, la actividad explosiva ha sido menor, pues en el 2005 se registraron 17 explosiones consideradas grandes, mientras que en la actividad actual apenas cinco se consideran de esta magnitud.
Recordó que la actividad eruptiva actual del volcán de Colima comenzó en el año 2013, pero ahora se encuentra en una etapa explosiva en la que continuará la caída de ceniza, la expulsión de rocas calientes (balísticos) con distancia de hasta 2.5 kilómetros a partir del cráter, los flujos piroclásticos y las ondas de choque que pueden confundirse con sismos.
“Hemos observado un incremento en la energía de las explosiones que se ve reflejado en los eventos de los últimos días, (…) las últimas explosiones han sido consideradas como grandes”.
Por su parte, el investigador Carlos Navarro Ochoa, quien también forma parte del Comité Científico Asesor, adelantó que la ceniza volcánica podría llegar a los municipios de Tecomán y Armería e incluso al océano pacífico, pero esto dependerá de la intensidad y dirección de los vientos.
Además, subrayó que entre mayor sea la distancia a la que se expanda la ceniza volcánica, menor será la cantidad.
Se dio a conocer que de 8 equipos para monitorear el volcán, seis sirven y dos están descompuestos, pero se esperará a que disminuya la actividad explosiva para repararlos, pues ir ahora sería riesgoso.
Se reiteró que no hay afectación a la flora o fauna ni a los cuerpos de agua, que las poblaciones cercanas al volcán han sido capacitadas sobre medidas de emergencia y que la actividad del Aeropuerto de Colima no ha sufrido daños de consideración.
Las autoridades subrayaron que existe la capacidad para atender una emergencia y que por ahora no se considera necesario evacuar a las poblaciones cercanas, sin embargo, es importante que la ciudadanía siga las indicaciones y respete los 8 kilómetros de exclusión en tierra y de 15 kilómetros para la aviación.
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