El derrocado expresidente egipcio Hosni Mubarak salió en libertad el viernes por la mañana tras seis años de disputas y procesos legales, para furia de los activistas que querían que fuese castigado por las muertes de cientos de personas que desafiaron su gobierno.
El expresidente de 88 años, que está enfermo, salió de un hospital militar en el suburbio de Maadi, en el sur de El Cairo, y fue a su casa en el vecindario acomodado de Heliopolis en medio de fuertes medidas de seguridad, de acuerdo con un funcionario de seguridad egipcio. El funcionario habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a informar a la prensa.
Este acontecimiento marca un nuevo capítulo para el exautócrata que en el 2011 vio cómo su pueblo se levantó contra él, exigiendo que se pusiera fin a su gobierno de 30 años marcado por corrupción, desigualdad económica y dependencia de un sistema de seguridad muy temido.
También pone de relieve las aspiraciones fallidas del movimiento Primavera Árabe que arrasó la región. Seis años después, los levantamientos masivos en Egipto, Túnez, Libia, Yemen, Bahréin y Siria han provocado guerras civiles, estados fallidos o el retorno a gobiernos de mano dura.
El abogado de Mubarak, Farid el-Deeb, dijo al diario Al-Masry al-Youm que el expresidente regresó a casa con sus hijos, Alaa y Gamal, y toda la familia, incluyendo su esposa Suzanne, festejó su regreso con un desayuno.
El 2 de marzo, el principal tribunal de apelaciones del país absolvió a Mubarak de los cargos de ordenar la matanza de manifestantes durante el alzamiento popular de 2011 que conllevó a su destitución.
En mayo del 2015, una corte criminal condenó a Mubarak a tres años de prisión y multa de millones de libras egipcias tras hallarlo culpable de malversar fondos destinados para la renovación y mantenimiento de palacios presidenciales. El fallo fue avalado por otra corte el año pasado, y Mubarak quedó en libertad tras cumplir su condena.
Mubarak, quien asumió la presidencia en 1981 tras el asesinato de Anwar Sadat, prácticamente pasó todo el tiempo de su sentencia en hospitales debido a su enfermedad.
El jueves, fiscales abrieron otro caso de corrupción vinculado a denuncias de que Mubarak y su familia recibieron regalos valuados en 1 millón de dólares del diario Al-Ahram, administrado por el estado. AP