FBI se centra en las bombas caseras para hallar a los autores del atentado

 

El FBI dio a conocer este miércoles las primeras imágenes de metales retorcidos de la olla a presión que pudo haber sido utilizada en el doble atentado del maratón de Boston, y concentraba sus esfuerzos en esa pista para hallar a los autores de las mortíferas explosiones.

Sin ninguna reivindicación por el atentado que dejó el lunes tres muertos y más de 180 heridos, el presidente estadounidense, Barack Obama, denunció un acto terrorista «odioso y cobarde» y anunció que el jueves visitará Boston (Massachusetts, noreste de Estados Unidos) para un servicio ecuménico.

La ciudad, en tanto, recordó el martes por la noche con decenas de vigilias a sus víctimas, entre ellas las tres fallecidas: un niño de 8 años, una joven de 29 y una estudiante china.

Alrededor de 100 de los 183 hospitalizados inicialmente ya fueron dados de alta, aunque aún hay unos 17 en estado crítico, según los medios estadounidenses.

Al menos 13 personas sufrieron una amputación a raíz de las heridas recibidas por las dos bombas que explotaron con 13 segundos de intervalo a una distancia de unos 100 metros cerca de la línea de llegada del maratón.

Dos días después del atentado, la investigación parecía avanzar a partir de detalles que se revelan sobre las bombas utilizadas, ollas a presión con clavos y metralla en su interior.

El FBI (Oficina Federal de Investigaciones) halló en un techo en la zona del atentado trozos de una olla de presión. También se encontraron en la escena del crimen fragmentos de una mochila de color oscuro en la que habrían ocultado las bombas caseras.

Las fotos difundidas muestran trozos de metal retorcidos, así como restos de cables y componentes electrónicos que podrían haber sido utilizados para hacer explotar las bombas a distancia.

El material hallado por el FBI era analizado en su laboratorio de Quantico (Virginia, este). Más de mil responsables y oficiales de diferentes agencias de investigación del Gobierno estadounidense trabajan en Boston, según el responsable local del FBI, Rick DesLauriers.

La ausencia de reivindicación hace que «el abanico de sospechosos y posibles motivaciones permanezca ampliamente abierto», indicó el martes DesLauriers.

Las autoridades investigan tanto la pista internacional como doméstica e indicaron que investigarán «hasta el último rincón del mundo» para encontrar a los autores de la matanza.

DesLauriers afirmó que artefactos explosivos tan simples como el de Boston son usados en carreteras de Irak y Afganistán, aunque por el momento el FBI no tiene ninguna indicación de que Al Qaeda esté implicado en el doble atentado.

Este miércoles, nuevas fotos del momento justo después de las explosiones eran difundidas en los canales de televisión. El FBI pidió a los presentes en el maratón enviar todas las imágenes disponibles, en busca de detalles que permitan resolver el caso.

Mientras tanto, el país seguía conmovido con la historia de las víctimas, en particular la del pequeño Martin Richard, de ocho años. La hermana de Martin perdió una pierna y su madre sufrió una grave herida cerebral.

Además del pequeño Martin, murieron Krystle Campbell, gerente de un restaurante de 29 años, y una estudiante china de la universidad de Boston, identificada como Lu Lingzi según medios chinos y estadounidenses.

La mayoría de los 23 mil participantes del maratón habían cruzado la meta cuando explotaron las bombas.

El atentado despertó la alarma en otras ciudades estadounidenses como Nueva York, Los Ángeles y San Francisco, donde se reforzaron las medidas de seguridad.

Con información de AFP

 

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