LA INVERSIÓN QUE COLIMA DEJÓ ESCAPAR
Por: Carlos M. Hernández Suárez
Durante muchos meses, Fermaca intentó convencer a las autoridades colimenses de que lo dejaran instalar una planta de fertilizantes en Armería.
Se presentó el plan, pero, aparentemente, iban a dejar Cuyutlán peor que Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y, así, hubo oposición de todos lados. Yo, personalmente, vi a los diputados Alfredo Álvarez y Armando Reyna, junto con la actual directora del IMADES, con el puño marxista levantado en el jardín de Cuyutlán, asegurar que esa planta no se iba a construir (antes de que me desmientan, tengo el video).
Armería tenía la ventaja por varias razones: cercanía con el puerto de Manzanillo, acceso a las vías de comunicación por carretera y ferrocarril, y acceso al gasoducto. Todo tenía Armería a su alcance. El enorme beneficio para el estado de Colima fue tirado por la borda.
Mientras tanto, Armería y Cuyutlán siguen igual de desolados. El diputado Alfredo Álvarez sigue cosechando elotitos en los lotes baldíos con los que dice que va a lograr la suficiencia alimentaria (un día clausuró Femsa, la empresa que produce Coca-Cola, y al día siguiente se tomó una selfie con una Coca-Cola). Nuestros ingenieros batallan para conseguir trabajo en el estado, y algunos de los que se oponían al proyecto en Cuyutlán ahora ofrecen habitaciones a setenta pesos la noche.
El IMADES, mientras tanto, sigue citando a los empresarios para pasarles la factura de cuánto tienen que pagar por el CO₂ que emiten, y a ver cuántos amparos resultan, ya que cualquiera puede demostrar que hay otros que contaminan más y no pagan. Y la ley debe ser como mesa de billar: pareja.
Mientras tanto, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció recientemente, con bombo y platillo, una inversión de Fermaca de 3,700 millones de dólares (unos 75 mil millones de pesos) en Durango, que incluye la planta de fertilizantes que se hubiera hecho en Colima si hubiéramos querido. Todo ese dinero es inversión privada, es decir, dinero de particulares. Como que se equivocaron al pensar que la Dra. Sheinbaum iba a rechazar el proyecto.
No importa cuánto esfuerzo le ponga el buen Paco Rodríguez, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico en el estado, a la preparación de nuevas leyes de fomento económico para Colima si vamos a continuar con esa falta de oficio político. Hechos, no papeles. Como dijera mi amigo Arturo cuando le mostré un cartel en la carretera que anunciaba la eliminación de criaderos de mosquitos, me dijo: “Eso no sirve de nada, los mosquitos no saben leer”.
Fermaca Dreams anuncian inversión de 3 mil 700 MDD en Durango