El hecho ocurrió «cuando se empezaron a recibir llamadas comunicando que se había producido una avalancha dentro del estadio Madrid Arena», local con capacidad para 10 mil 600 personas donde se celebraba una fiesta de Halloween, explicó una portavoz policial.
La tragedia se desató hacia las 4:00, aunque según la empresa organizadora, Divertt S.L., citada por el vicealcalde de Madrid, Miguel Ángel Villanueva, se cumplieron con los requisitos y no hubo exceso de aforo, ya que vendieron 9 mil 650 entradas, para un foro que tiene una capacidad de poco más de 10 mil personas.
En un comunicado previo, la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos aseguró que «no se produjo ningún problema con los accesos de salida del recinto», que se utilizaron «con normalidad» tras el evento. «Queremos dejar claro, desde el primer momento, ante algunas informaciones que se están difundiendo, que el lamentable suceso ha tenido lugar por causas ajenas a la infraestructura, condiciones y seguridad del recinto», explica.
Según el parte de las autoridades, hubo «tres víctimas mortales por aplastamiento y dos heridas». En un primer momento la policía afirmó que las jóvenes tenían edades entre 18 y 25 años pero después rectificó.
Debido a la confusión provocada por la estampida «ha habido un pequeño problema de identificación, pero las víctimas ya están todas identificadas y las edades están entre 20 y 18 años», aseguró la antes citada portavoz de la policía. Las cinco muchachas son de nacionalidad española, precisó.
La avalancha tuvo lugar en uno de los pasillos de acceso a la pista central del local, donde miles de jóvenes, muchos disfrazados para la ocasión, bailaban al ritmo de la música electrónica en una fiesta de temática terrorífica bautizada ‘Thriller Music Park’.
La estampida «se produjo porque alguna o algunas personas tiraron varios petardos y al menos una bengala: los petardos la gente pensó que eran detonaciones de disparos y se asustaron», explicó.
«La gente vomitaba dentro, se desmayaba, un caos».
Algunos de los testigos aseguraron que muchas de las salidas del local estaban cerradas y que el número de personas en la fiesta superaba lo permitido.
«Había un tapón humano en la única salida que tienen, porque las demás estaban cerradas con precintos para que por ahí no saliera nadie», aseguró Sandra, una de las miles de jóvenes que asistieron a la fiesta, en declaraciones a la radio Cadena Ser.
«Había una sola puerta, había un tapón humano con un montón de agentes de seguridad tirando de la gente», agregó. «La gente llorando, aplastada, y no había nadie allí que pudiera reanimar a esa chica: el camarero se ha subido a la barra y se ha puesto a reanimarla», afirmó la muchacha.
Otra de las jóvenes que participaron en la fiesta, Cristina Cárdenas, de 18 años, aseguró que dentro del Madrid Arena «la sensación era agobiante». «La gente vomitaba dentro, se desmayaba, un caos», aseguró citada por El País.
«Yo estuve en el tapón que se formó y era inhumano no te podías mover ni para adelante, porque había gente tirada en el suelo, ni hacia detrás, porque la gente seguía empujando, estuvimos como media hora así, hasta que se les ocurrió abrir otra salida y la gente empezó a salir por ahí», aseguró otro joven, Ernesto Moreno Hernández, en Facebook.
Otra testigo, entrevistada por la televisión pública española, describió «masas de gente, unos tirados encima de otros, gritando auxilio, socorro, sacarme».
No obstante, muchos de los jóvenes que se encontraban en otros puntos de la gran sala afirmaron no haber visto nada, dado que los responsables decidieron que la fiesta continuara con normalidad para evitar que el pánico se propagara.
Desde primera hora de la mañana los agentes de policía, llegados al lugar a bordo de un furgón y varios automóviles policiales, cerraron el acceso al local mientras lo inspeccionaban ante la mirada atenta de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión.
Fernando Prados, médico jefe de guardia de los servicios de urgencia madrileños, estuvo presente en el momento de la tragedia.
«Hemos recibido una llamada hacia las cuatro de la mañana contándonos que había varias chicas inconscientes y cuando hemos llegado había cinco chicas (…) en parada respiratoria», declaró a los periodistas.
«Sobre ellas hemos realizado maniobras de reanimación y en tres de ellas hemos conseguido recuperar el pulso», sin embargo una pereció en el camino del hospital, añadió, precisando que las otras dos jóvenes heridas presentaban un «pronóstico muy grave». «Pronóstico crítico», enfatizó.
Con información de Milenio