Karen Elizabeth Solano Pérez, alumna del Bachillerato 9 del campus Manzanillo, a sus quince años de vida ya es una sobreviviente de cáncer. No sólo eso, tiene una nueva amiga de su propio plantel, Jésica Alejandra Suárez Torrentana, quien le donó su cabello para que pudieran elaborarle una peluca oncológica, un acto bastante significativo en estos dos días, el 14, que es el del amor y la amistad y este sábado 15, en que se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer Infantil.
En entrevista, la alumna Karen Solano compartió que alrededor de los doce años le detectaron un cáncer, leucemia linfoblástica aguda. Por suerte, dijo, en diciembre del año pasado su sangre volvió a estar limpia y la dieron de alta. Al saber que una compañera suya le donaría el cabello, comentó sentirse “muy agradecida; es un gran detalle, ya que podría decirse que apenas nos conocernos y es un gran gesto que ha hecho para mí”.
A los jóvenes que en estos momentos enfrentan un problema como el que ella tuvo que superar, “les digo que luchen, que confíen mucho en Dios y en la familia que los apoya, en los amigos y hasta maestros que te apoyan en el proceso. Más que nada, que confíen en ellos mismos. Sí se puede salir de esto. Será un proceso difícil y largo, pero siempre hay una salida, que confíen en eso”.
En entrevista aparte, Jésica Alejandra Suárez dijo que decidió donarle su cabello a Karen “al ver que ella, en comparación con las demás compañeras, lucía diferente, y pensé: ‘¿por qué ella no puede venir sin que la miren raro, sólo por no tener cabello?’ y ‘¿por qué no se puede dar el gusto de venir un día como ella quiera?’”
Tras donar su cabello comentó sentirse “muy orgullosa, porque sé que ella luchó contra su enfermedad y la pudo superar; me siento orgullosa de que una persona como ella, una guerrera, pueda utilizar mi cabello. Ella no sólo es una sobreviviente, sino una guerrera que pudo superar el cáncer. La considero mi amiga y la aprecio mucho”.
A quienes pueden donar su cabellera les pidió que lo hagan, “es un gran apoyo para este tipo de personas, así que no lo duden, ya que el cabello sigue creciendo y este regalo las hace feliz”.
Esta acción fue posible también gracias al trabajo que realizan el Voluntariado de la Universidad de Colima y el Centro de Desarrollo de la Familia Universitaria.