Colima.- La auditoría que se lleva a cabo en la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), detuvo las intenciones políticas del actual presidente de la organización, Francisco Barragán Preciado, dejó entrever que la evaluación se debe a un “trabajo sucio” para frenar sus aspiraciones políticas.
Barragán Preciado confirmó que sus planes de hacer campaña política para lograr la candidatura a la alcaldía de Colima, se verán pospuestos debido a la auditoría que están realizando, pero que ello no significa que ha renunciado a los mismos.
Confirmó que se quedará al frente de la organización hasta el día 2 de febrero próximo, en que es renovada la mesa directiva, y él seguirá con sus aspiraciones.
Hace un mes aproximadamente, 7 ex presidente de la CMIC publicaron un desplegado en el cual se deslindaban de las aspiraciones del actual titular, y que pedirían cuentas por la publicidad de éste en diversos medios de comunicación; ante ello, el grupo solicitó una auditoría.
Aunque la solicitud de Barragán Preciado para separarse del cargo estaba programada para el 25 de noviembre, éste decidió no salir hasta que termine su periodo, “desgraciadamente algunas acciones que se dieron al interior de algunos ex presidentes de la CMIC impidieron que yo pudiera retirarme en libertad con la licencia dado que están evaluando a través de una auditoría la operación financiera de parte de cámara”.
Dijo que se queda al frente de la institución porque tiene que aclarar todo, porque irme “parecería que salgo huyendo por malos manejos y eso no es la señal que quiero mandar a la sociedad, yo debo quedarme y enfrentarlo”.
Aseguró que en la cámara empresarial no hay malos manejos y todo está claro y transparente, y que eso se verá la próxima semana cuando concluya la auditoría.
La modificación de los planes, dijo, no les afectará en sus aspiraciones, puesto que sólo será cuestión de trabajar de forma más intensa.
Finalmente, al preguntarle si considera que alguien está detrás de los señalamientos a la cámara, dijo que no puede decir que haya alguien detrás, “una mano que mesa la cuna, no puedo decirlo, aunque todos los sospechemos, no pudo decirlo porque no me consta”.
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